El terrible accidente que le costó los dos brazos a Ramón González en la empresa Forja Zenón Pereyra ha dejado profundas huellas en el resto de los trabajadores, tanto de esta firma como de otras. El hecho ha puesto en discusión las medidas de seguridad y protección que tienen los trabajadores metalúrgicos en la ciudad. Los empleados consultados por este medio destacaron la inacción de la Unión Obrera Metalúrgica y afirman que poco ha hecho el gremio para defender a sus afiliados.

“El gremio no apareció nunca, lo hizo ahora que pasó lo del accidente”, dijo un trabajador metalúrgico que pide mantenerse en el anonimato para que no peligre su puesto laboral. “Varios de nosotros quisimos afiliar un delegado pero la empresa no lo permite, se lo hemos manifestado al gremio pero no hacen nada”, explicó.

“El gremio no se mete en nada –agregó otro trabajador-, recién ahora que pasó esto fueron, pero nunca están presentes, la patronal no quiere que haya delegado y no lo hay”.

La seguridad

En estas últimas semanas el martillo neumático donde se produjo el accidente de Ramón González ha estado sin funcionamiento por disposición de la CYMAT (Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo, dependiente del Ministerio de Trabajo). Algunos trabajadores consultados reconocen que se le hicieron mejoras, pero dudan que sean las necesarias para evitar otro accidente. Estiman que pronto volverá a estar en uso.  “Le hicieron una lavada de cara”, graficó uno.

Otros operarios metalúrgicos, también de diferentes empresas, advierten que en algunos casos hay peligro cuando llueve por el agua que se filtra de los techos, y que el piso no es el adecuado para las tareas que realizan, por lo que deben extremar las precauciones para evitar accidentes.

 “Hay compañeros que ya no quieren seguir trabajando en ciertas fábricas, pero está muy duro para conseguir otro laburo”, coincidieron los empleados.

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Frócil: “Siempre la visitamos”

Luis Frocil, secretario general de la UOM San Francisco, señaló que visitan a las empresas, incluyendo a aquella donde ocurrió el accidente de González. “La hemos visitado en varias oportunidades, realizamos relevamientos de higiene y seguridad y cada vez que lo hacíamos el inspector me decía que teníamos que clausurarla, por eso siempre se trató de tomar los recaudos más urgentes, básicos y necesarios”, describió el gremialista.

“Hay que entender que es una actividad pesada, riesgosa, en la cual hay sectores que no se pueden modificar con tecnología por más avanzada que esté, pero nosotros siempre la visitamos y tomamos los recaudos menores”, agregó.

Con respecto al accidente de Ramón González manifestó que aguardan las pericias para conocer cuál fue la falla que accionó el golpe del martillo. “Se solicitó el cese de actividades de la máquina, se le pidió a la empresa que se haga las reformas de la implementación de seguridad para que pueda seguir trabajando”, declaró.

Según el gremialista, “esto no es por un accidente por falta de mantenimiento en la máquina, acá no se han tomado los recaudos y la precaución de asegurar bien el martillo, quizá faltó agregarle otro tipo de seguridad. También la confianza del hombre hace que muchas veces trabaje pensando que nunca va a pasar nada”, argumentó.