El clásico pata-muslo vs. pechuga está entre las grandes rivalidades del país, casi a la altura de un River-Boca. La dicotomía avícola supone elegir entre la parte negra y con más calorías del pollo o aquella de color blanco y considerada más sana. En definitiva, lo sabroso versus lo seco según los más críticos.

Según cifras oficiales, el consumo aparente de carne de pollo llegó -en los ocho primeros meses de 2012- a 40 kilogramos anuales por habitante. Son cerca de 2 kilos per cápita más que en todo 2011. Un salto sorprendente que también se dio en San Francisco. Así lo aseguró a El Periódico Victor Combina, propietario del negocio Agusdel: “El incremento en el consumo de pollo es evidente en la ciudad. Y hubo un cambio con respecto a años anteriores porque la gente se tira hoy a lo más elaborado (pulpetines, arrollados). Antes era normal el pollo asado un domingo o en una fiesta, en la actualidad eso cambió”, indicó.

Pero lo que no se modificó fue la preferencia del consumidor, que sigue optando más por la pata-muslo que por la pechuga. Según los comerciantes del rubro, cada diez clientes dos llevan la parte más sana.

Un pollo deforme

La popularidad de la carne oscura de pollo va en crecimiento y según los comerciantes por diversos factores. Por un lado, los consumidores advirtieron tiempo atrás que la parte más barata del pollo (en referencia al cuarto o parte trasera) era también la más rica. Además, los nuevos métodos manuales y automatizados mejoraron el deshuesado, por eso los clientes la eligen cada vez más.

“El pollo debería tener seis patas”, dijo un cliente a la salida de una pollería. Es que en su casa tanto él como sus dos hijos prefieren la parte más sabrosa del animal, no así su esposa que opta por la pechuga. Es por eso que compra trozado para no desperdiciar comida, aunque termine pagando más caro.

Hoy el precio en el kilo del filete de muslo o pechuga oscila los 36 pesos y fue cambiante durante todo el año. Encima se vienen las fiestas y se espera un incremento del 15 por ciento en su costo. Eso sí, lo único que no va a cambiar será la cantidad de patas y muslos que tiene cada pollo. Nos guste o no.

La suprema, es de pechuga

Pese a que el comensal prefiera la pata-muslo, al momento de comprar milanesas de pollo opta más por las de pechuga. Aquí la tendencia se revierte y 8 de cada 10 la eligen por ser más tierna.

Consejo

La carne oscura del pollo tolera mucho mejor que la parte blanca cualquier tipo de cocción y no se seca tan fácilmente: los muslos van bien a la parrilla, en hamburguesas, embutidos, como relleno de ravioles o en una salsa boloñesa servida con pasta.