Comienza la época del año en que muchas familias comienzan el debate sobre si prender o no los aparatos de calefacción en el hogar. Mientras algunos son más aguantadores y prefieren abrigarse un poco más, otros al primer día de frío ya quieren tener la calefacción encendida.

En estos días el otoño en la ciudad nos entrega sus particulares mañanas y noches frías, cuando los rayos solares desaparecen. Y a pesar de lo cotidiano que resulta encender una estufa o calefactor a gas, estos artefactos tienen sus cuidados y recomendaciones a la hora de ponerlos en marcha. Para evitar problemas e intoxicaciones, que pueden ser fatales, conviene repasar estos consejos.

  1. Contratar sólo a instaladores matriculados para la conexión de gas.
  2. Instalar siempre artefactos normalizados y homologados, es decir que cuenten con su oblea de certificación.
  3. En baños, dormitorios y ambientes cerrados se debe instalar sólo artefactos de tiro balanceado.
  4. El uso de hornos y hornallas de la cocina para calefaccionar espacios es sumamente peligroso.
  5. La llama de gas debe ser de color azul. Solicitemos su correcta regulación a un Instalador Matriculado si esta fuera amarilla.
  6. Aseguremos que los conductos y chimeneas para la evacuación de gases estén bien conectados y libres de obstrucciones.
  7. Las manchas negras en paredes y cielorrasos cercanas al artefacto, pueden indicar mal funcionamiento.
  8. Aseguremos la permanente entrada de aire del exterior, evitando la obstrucción de conductos y rejillas de ventilación. Se recomienda dejar una hendija o abertura de 5 cm. en alguna ventana.

Consejos para ahorrar gas

1) Apagá el piloto de los artefactos que no utilices. Mantenerlos encendidos también consume, y de a poco suma.

2) Calentá sólo los ambientes que utilices.

A la hora de adquirir un calefón, termotanque, calefactor, cocina, caldera o cualquier otro aparato a gas, tené en cuenta dos cosas: que no sea demasiado grande para tus necesidades y que haga un uso eficiente de la energía.d

TÓXICO

El monóxido de carbono es una sustancia nociva, producto de la mala combustión en los artefactos que funcionan a kerosene, carbón, gas o leña. Sus consecuencias en el organismo pueden ser fatales. La mala combustión se produce por la incorrecta instalación de los artefactos, su falta de mantenimiento o insuficiente ventilación.