El próximo 4 de julio, Shirley Paulino cumplirá tres años en estado coma vigil- es decir, permanece con los ojos abiertos pero no responde a estímulos-, tras una presunta mala praxis en una fallida cirugía mamaria, luego de que una de las prótesis se le encapsulara y ella padeciera un paro cardio-respiratorio cuando la intervenían para reemplazarla. Desde entonces todo ha sido un calvario para la familia de la joven y sobre todo para sus dos pequeños hijos.

Rita Cortesini, mamá de Shirley, dialogó con El Periódico sobre el dedicado estado de salud de su hija.  

“Ella no ha mejorado, tiene muchas partes del cerebro dañadas que le afectan la consciencia, los movimientos, la vista, está en un coma vigil, porque ella tiene los ojos abiertos, gira la cara pero nada más”, describe una apesadumbrada madre. “No tiene consciencia de quién está a su lado-continúa-, no distingue las voces, no puede ver aunque tenga los ojos abiertos. Su parte motriz está espástica, es decir tiene los músculos de sus manos y sus piernas contraídos. Y esto cada vez se agrava más”.

Ante este desalentador panorama, se suma que a partir del mes de enero Shirley tuvo una recaída y comenzó con problemas de convulsiones y presión arterial muy alta.

Buscando un lugar

Shirley se encuentra en la casa de su madre, en la que solía ser su habitación de pequeña, en una planta alta de barrio Roque Saénz Peña. Por allí, diariamente suben y bajan enfermeras y profesionales que se encargan de los trabajos de rehabilitación y cuidado de la joven.

“Estamos buscando un mejor lugar donde tenerla porque acá es muy complicado, es una casa chica. Pero no hay, puede ser un geriátrico pero siempre surge algún problema, la mutual cubre una parte y no la de los profesionales y sin ellos no la puedo dejar”, explica Rita.

A la familia se le dificulta cada vez más hacerse cargo de los gastos de los continuos tratamientos de Shirley. “Hay cosas que las estamos cubriendo por la jubilación por incapacidad de ella, pero se va todo en gastos. Yo no puedo trabajar para ayudar en la casa y encima estoy con problemas en la columna y en mi brazo izquierdo y no puedo atenderla como necesita, siempre dependo de alguna enfermera”, comenta la mujer.

Sin descanso

Así vive la familia de la joven, pendientes de cualquier situación anómala que aparezca en su habitación. “Por eso buscando un lugar con un personal continuo atendiéndola. Estoy con tratamiento psiquiátrico, es muy duro verla a ella así, no tenemos un descanso físico ni mental”, expresa Rita.

“Y los hijos también lo sufren, la necesitan, el más chiquito va al jardín y pregunta cuándo se va a levantar su mamá, por qué no le habla, y me pregunta si tiene que rezar mucho más para que ella se levante. ¿Qué respuesta le puede dar una?”, se pregunta angustiada Cortesini.

El caso

Shirley Paulino entró en estado el 4 de julio de 2011 coma luego de someterse a una cirugía estética porque se le había encapsulado una prótesis mamaria. La intervención estuvo a cargo del médico cirujano Marcelo Brosutti.

En medio de la intervención, Shirley entró en paro cardio-respiratorio. Aparentemente la falta de oxígeno ocasionada por el paro se extendió por cuatro minutos, lo que dejó al cerebro sin irrigación, arrastrándola hasta la situación actual.