Dos para las presidenciales y no más de tres para la gobernación bonaerense. El resto es multitud. Esta fue la consigna que bajó Cristina Fernández días atrás, ante la media docena de aspirantes presidenciales y la casi docena de interesados en suceder a Daniel Scioli, todos aglutinados y a los empujones dentro del Frente para la Victoria.

La voz presidencial confirmó su liderazgo dentro del oficialismo: una semana después quedan anotados solo Scioli y Florencio Randazzo para dirimir en las Paso del 9 de agosto la candidatura presidencial, mientras que en la provincia la oferta de candidatos se redujo a la mitad; entre los que persiste está el cordobés Santiago Montoya, según confirmó ayer a este diario.

Ayer, las renuncias a las precandidaturas del ministro de Defensa, Agustín Rossi, y del excanciller Jorge Taiana, terminaron por despejar el panorama en la grilla de los presidenciables. “A 40 días del cierre de las listas y transitado un camino importante he escuchado la palabra de la Presidenta como de quien conduce y lidera este espacio político”, dijo Rossi al informar su decisión.

La renuncia de Taiana se dio a conocer mediante un comunicado del Movimiento Evita, en el que también se informó que Fernando “Chino” Navarro desistía de competir en la provincia de Buenos Aires.

“Tanta dispersión de precandidatos termina por debilitar el espacio”, concluyen dentro del oficialismo.

Echan mano a un ejemplo reciente: las Paso porteña. Hubo siete precandidatos del FPV y entre todos rozaron el 19%. El que más votos cosechó fue Mariano Recalde con un flojo 12%. El FPV salió tercero. Probablemente haya otras razones para explicar las preferencias del electorado porteño, pero lo concreto es que la Presidenta Cristina Fernández pidió renunciamientos.

El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, fue el primero en tomar nota del pedido presidencial y a principios de semana retiró su candidatura. “Pertenezco a este proyecto y seguiré trabajando desde el lugar en el que sea necesario”, escribió en una carta abierta.

En realidad, desde hace unos meses se vienen tachando candidatos. Juan Manuel Urtubey se encamina a ser reelegido gobernador en Salta el próximo domingo, pero el año pasado era un presidenciable más. “Pueden ser grandes dirigentes pero no tienen un apoyo popular muy grande; más que ayudar, traban la lógica de instalación de candidatos competitivos”, criticó Urtubey días atrás.

Otro que había desistido de participar de las Paso presidenciales antes del pedido de Cristina Fernández, fue el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez y se sumó a los precandidatos bonaerenses. Igual atajo tomó Aníbal Fernández.

Ordenadas las candidaturas presidenciales, Scioli y Randazzo continuarán una puja, de la que por ahora Cristina Fernández ha tomado distancia.