Rodolfo D’Angelo, el abuelo escritor y glosador
Tiene 82 años y hace unos días presentó un libro digital sobre tangos y glosas. Es dueño de una memoria sorprendente y tiene anécdotas con algunos de los mejores cantantes de tango del país.
Don Rodolfo D’Angelo (82) muestra orgulloso su obra finalizada. Es la tapa de su libro digital "Tangos y Glosas: Nuevo Siglo", enteramente escrito en glosa con más de 200 páginas donde retrata historias personales y lugares con su estilo tanguero particular.
En su obra reúne más de 20 años de pasión hacia este género musical y a sus más famosos cantantes, de los cuales se jacta de haber conocido a “unos cuantos”.
Este abuelo, además de escribir, tiene su propio programa de radio al que bautizó “Tango, café y barriada” que se emite por radio FM 103.7, también desde hace unos 20 años. Es dueño de una memoria envidiable y recuerda sus glosas al pie de la letra.
¿Cómo comienza esta aventura de escribir su propio libro?
En realidad lo mío nace hace unos 20 años, tenía otra actividad y por razones de salud tuve que dejarla. Tenía 62 años y para no aburrirme mis amigos me recomendaron que hiciera algo con el tango. Siempre me gustó, lo bailé, lo ladré un poco-asegura con una sonrisa-, y así empecé a hacer radio en la FM 103.7, un programa que todavía prevalece: “Tango, café y barriada”. Y de ahí fue surgiendo lo de escribir.
¿Cómo define el género que hace?
Soy glosador. La glosa abrevia y rima, expresa mucho en poco espacio. Son especies de poemas muy llamativos y lindos de escuchar. Le he dedicado glosas a grandes personajes como Carlos Gardel, a Cacho Castaña, Roberto Goyeneche, Alberto Castillo, pero también a lugares, situaciones y hasta a comercios. Se puede hacer glosas de todo.
¿De qué se trata su libro?
Son 220 páginas escritas en glosas sobre personajes del tango, del fútbol y de la vida. Decidí hacerlo de manera digital porque por los costos del papel me iba a resultar imposible.
¿Cómo ve la actualidad del tango?
El tango en Buenos Aires es una cosa y en el interior es otra. Pero en el orden mundial el tango tiene su vigencia, es bailado, es cantado y pedido por la gente. Acá aunque pasen los años siempre, a veces más o menos, mantiene su vigencia.
¿Cómo nació la amistad con el 'Polaco' Goyeneche?
Lo conocí acá en San Francisco, había un ‘dancing’ en barrio Sarmiento, allá por la década del ’60. Los cantantes a veces sabían quedarse una semana y los podías encontrar en los bares de la época. Íbamos todas las mañanas al bar de Mina en Mendoza y Salta, donde los cantores que venían a la ciudad caían ahí y así los conocíamos. Me acuerdo una anécdota en la que el Polaco le dijo a mi hermano mayor: ‘Che gringo, tengo que cantar esta noche y tengo roto el pantalón’, enseguida mi hermano le dijo que lo llevábamos a comprar. Así que fuimos con mi hermano, el Polaco y yo a comprar pantalones. Fuimos a Casa González y le dijimos ‘elegí el que quieras’. Le terminamos comprando dos pantalones para esa noche. Fue una ayuda para el cantor -dice sonriendo-.
La glosa: en literatura, la glosa es una forma poética en que un poema comenta o desarrolla otro, usando líneas sucesivas del poema original como línea final de cada estrofa del nuevo.
Glosa a Maradona
Con la gomera en el cuello
Vos corriste por Fiorito
La de Boca en entrecasa
Ya se te pegó en la piel
Después buscaste el potrero
Con otros pibes del barrio
Los útiles sin horarios
Sus arcos supieron ver
El ‘bichito’ picó fuerte
Te ahuyentó de la gramilla
Pero la azul y amarilla
Puso los ojos en vos
Allí comenzó la gloria
De aquel fútbol exquisito (…)
Para los interesados en obtener el libro pueden comunicarse al 03564-437062