"Tomi” sabía que quiere ser bombero desde muy pequeño, en 1975 con 7 años y viviendo en San Fernando provincia de Buenos Aires, se acercó al cuartel de bomberos para comenzar con su voluntariado. Por motivos personales y falta de tiempo, ya que debió trabajar desde pequeño, a los 14 dejó el cuartel para posponer su vocación por varios años.

A los 18 años se mudó a San Francisco con su familia, y por una casualidad de la vida se encontró viviendo frente al cuartel. Nunca vivió a más de 6 cuadras de la institución y por cuestiones de tiempo tuvo que ver desde afuera su pasión durante muchos años. Hasta que en el año 2010 logró acomodarse para ingresar al cuerpo activo.

Pettersen es profesor de educación física y guardavidas, un deportista por naturaleza. Actualmente da clases en el colegio FASTA Inmaculada Concepción en el profesorado de educación física, y trabaja en el IPEM 264 Teodoro Asteggiano. Le encantan todos los deportes, pero escalar es uno de los que más lo apasionan.

Entre sus múltiples actividades “Tomi” también es Payamédico. Comenzó hace dos años, y es una actividad en la que deben tener mucho cuidado en todos los aspectos, en su lenguaje, actividades e incluso en la vestimenta. “Soy payamédico, y me encanta, porque con un  poco de alegría suplantas los medicamentos. Es brindarle un poco de felicidad a las personas que están internadas, que por ahí están tristes por la enfermedad o los tratamientos”, dice Tomi.

Su actividad como bombero

Dentro del cuerpo activo Pettersen se especializa en rescate con cuerda, también trabajó en el área de prensa y difusión, salud y estuvo a cargo de la capacitación de los aspirantes. Actualmente está realizando el segundo nivel de capacitación y es quien porta orgulloso la bandera de nuestra localidad.  Recuerda que casi no pudo entrar al cuerpo de bomberos ya que estaba al límite de lo permitido en edad. Pero su profesión, capacitación y estado físico, lo ayudaron a que le permitieran entrar.

Pettersen asegura que son muchas las oportunidades que da la organización gracias al esfuerzo personal y dedicación. “Hay chicos que les da impresión la sangre entonces van y hacen otras tareas, yo me siento más cómodo trabajando con los chicos pero si tengo que hacer otra cosa voy. Acá hay lugar y trabajo para todos. Hay chicos que se dedican a la parte de planillas o de sistema, que yo no entendería nada, nosotros, suena la sirena y vamos. Siempre es importante tener precauciones, ahora por ejemplo estamos usando casi siempre doble guante, porque a veces se rompen y no sabes si tenés que estar en contacto con sangre o a que te vas a enfrentar”, contó.

Finalmente “Tomi” contó sobre la importancia que tiene este servicio en su vida: “Cuando suena la alarma para mí es la prioridad, porque sé que alguien me necesita. Bomberos más que una segunda familia es una primer familia, porque pasamos mucho tiempo acá, y a la hora del incendio somos un equipo, con errores o sin errores, pero somos un equipo”.