Luego de que las vidrieras de la sucursal local de la cadena de electrodomésticos Ribeiro, ubicada en la esquina de Bv. 25 de Mayo y Colón, aparecieron tapadas, y las puertas de ingreso cerradas, El Periódico pudo dialogar con Mariela Robledo, inspectora laboral del Ministerio de Trabajo, que esta mañana pudo entrevistarse con empleados de la firma.

Robledo explicó: "La visita de esta mañana fue para constatar en realidad cuántos trabajadores estaban adentro de la sucursal cumpliendo su jornada pero sin atención al público. Había cuatro trabajadores, les tomé todos los datos porque yo necesito relevar en qué condiciones están, si han tenido comunicación con la empresa, qué les han dicho. Las noticias no son buenas, solo tenemos la falta de atención al público que es lo que oficialmente se les dijo, que cerraran las puertas, que se quedaran adentro prestando servicio, que acomodaran ellos los horarios, de todas maneras la gente está cumpliendo con su horario".

Según indicó Robledo, de la inspección participó además el Sindicato de Empleados de Comercio.

Para este lunes, a las 11.30 y de manera virtual, se fijó una audiencia. "La hicimos con carácter de urgencia de manera virtual porque no tenemos posibilidades de hacerla presencial. La intimación que hice es para que de manera inmediata se les abonen los haberes a los trabajadores, con las diferencias salariales que están surgiendo de acuerdo a lo que pudimos ver en la poca documentación laboral que encontramos", sostuvo.

De la audiencia participarán los empleados de la firma y representantes del gremio. Por parte de la empresa, los representantes fueron intimados para que en el plazo de 24 horas indiquen al Ministerio de Trabajo los datos de los representantes legales que van a participar. 

Tres meses de atraso salarial

Se estima que los empleados no cobraron aún sus haberes de marzo, abril ni mayo.

"Fueron llamados para cumplir tareas adentro del negocio, están ahí cumpliendo horario como para no hacer falta de asistencia a su lugares de trabajo nada más. El inconveniente de encontrarse con que no iban a abrir más las puertas del negocio al público se lo comunicaron verbalmente el sábado. Al Ministerio no llegó ninguna comunicación oficial por parte de la empresa. Obviamente menos de los empleados, que no lo sabían. Nos enteramos por versiones. Y así como se enteró el gremio, automáticamente nos llamó a nosotros. Nos apersonamos al lugar y esto es todo lo que tenemos recabado: la falta de pago de tres meses y que los chicos están a la espera de un comunicado oficial por parte de la empresa", agregó la inspectora.

Robledo indicó que no pudieron establecer comunicación con ningún representante de la empresa, ni siquiera de manera telefónica.

A su vez, la inspectora recordó que tiempo atrás ya se habían realizado audiencias, cuando la firma había planteado el procedimiento preventivo de crisis. "Todo eso se presentó previo a la pandemia, fue allá por 2018, inclusive ya habíamos tenido varias audiencias. Siempre estuvimos en contacto, tanto el gremio como nosotros con los empleados. Se habían estado haciendo medidas de fuerza porque los chicos ya venían cobrando el sueldo en cuotas. Sabemos que es una situación que viene de larga data, pero lo peor sucedió ayer, de encontrarnos con el negocio cerrado al público", dijo.

Seguidamente, agregó: "Por parte del Ministerio lo que hacemos es recomendarles que asistan al lugar de trabajo y que ante la primera comunicación oficial que tengan por parte de la empresa nos lo comuniquen a nosotros".

Por último, consultada sobre cómo podría resolverse la situación teniendo en cuenta experiencias similares, manifestó: "Todo depende de lo que la empresa decida, como la empresa lo pueda o lo quiera manejar. Ninguna situación es igual a otra, ningún trabajador tiene la misma situación dentro de una misma empresa, cada trabajador tiene una situación distinta a la de su compañero de trabajo, así que hay que enfocarse en cada uno de ellos para resguardar sus derechos y para que salgan lo menos perjudicados posible".

La situación de los trabajadores

Según pudo conocer El Periódico, los empleados tuvieron una reunión este lunes con una de las autoridades de  la empresa, la que les manifestó que debían devolver el salón. Se les ofreció, de acuerdo a lo que pudo saber este medio, teletrabajo, con computadoras de la propia sucursal.

En materia de sueldos atrasados, los empleados habrían planteado tomar mercadería a cambio del dinero, lo que no se les permitió ya que requería autorización. Mientras tanto, desde la firma se les habría dicho que se les iba a pagar con el dinero que obtendrían de la venta de una propiedad. Lo cierto es que, aparentemente por esta situación, al menos cuatro trabajadores renunciaron en los últimos meses.

Los empleados aseguran que no hay mercadería suficiente para vender por internet y que, incluso, las cuentas de la firma estarían embargadas por lo que tampoco están trabajando con tarjetas de crédito. Aseguran que se trata de un "despido indirecto".

La situación crítica habría comenzado a palparse en 2019, cuando los sueldos comenzaron a pagarse en cuotas.