Este sábado 14 en el Hospital Iturraspe se iniciará la segunda campaña de donación de médula ósea en el marco del lema: “San Francisco hasta la médula” cuya primera cruzada se realizó el año pasado.

Según los organizadores aquella ocasión fue un éxito que reunió a 80 personas que se extrajeron sangre para el Registro Internacional de donantes de médula que maneja el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI). Por esta gran convocatoria el organismo nacional le dio a la ciudad una nueva fecha para realizar la segunda campaña local.

Marcelo Valverde de la Red Solidaria local destacó que “en la primera campaña hubo mucha gente anotada que no pudo donar, entonces el INCUCAI de forma muy generosa nos ofreció otra fecha”, sostuvo. Y agregó: “Hay que perder el miedo, es solamente una extracción, un pinchazo y con ello existe la oportunidad de salvar una vida”, explicó Valverde.

Luego Valverde se refirió a la metodología de trabajo del INCUCAI en éstas campañas: “Luego de la extracción de sangre, ellos se llevan una pequeña muestra de cada persona, se hacen los estudios serológicos y los datos quedan en un banco genético de posibles donantes de médula. Si el día de mañana una persona de cualquier parte del mundo es compatible con el donante, lo llaman, se reconfirma la voluntad de donar y ahí se puede salvar una vida”.

En esta oportunidad habrá una inscripción previa en sala de hemoterapia del hospital, vía Facebook a través de la página de Red Solidaria San Fco o llamando al teléfono 15619188.

La importancia de donar

Cada año cientos de personas reciben el diagnóstico de una enfermedad hematológica, como leucemia, anemia aplástica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficits inmunológicos. Todas estas patologías pueden ser tratadas con un trasplante de médula ósea. Sin embargo, sólo entre un 25 y un 30% de estos pacientes tienen la posibilidad de encontrar un donante compatible en su grupo familiar; el resto debe recurrir a un donante no emparentado a través de los registros de donantes voluntarios -entre ellos el registro argentino-, que conforman la Red Mundial Bone Marrow Donors Worldwide, con cerca de 22 millones de personas de 48 países.