Ya no importa si es de día o de noche, si la víctima es hombre, mujer o niño. En la cuadra de Libertad al 100 –entre Drago y Florencio Sánchez- todos los vecinos sufrieron la inseguridad en carne propia y en distintos niveles. Si bien en determinados días de la semana el sector cuenta con la presencia de Policía Barrial, los residentes aseguran que los ladrones “ya les tomaron la mano” y los robos siguen igual.

El último se produjo el martes al mediodía. Según aseguraron los vecinos, policías les dijeron que justo en esa jornada los agentes que suelen rondar el sector habían sido reasignados a otro barrio. El ladrón aprovechó un descuido de un comerciante para ingresar a un garaje y robarle una bicicleta que le habían regalado para el Día del Padre.

Víctor Giletta fue la víctima y no salía de su indignación cuando dialogó con El Periódico. “Es terrorífico lo que está pasando, toda la vida que estoy en el barrio y no se puede vivir así. Ya van dos veces que tengo que salir a correr a ladrones que me roban las cosas. Esta cuadra la sabía custodiar la Policía Barrial, justo esta semana lo llevaron a otro lado, pero le dije al que me tomó la denuncia que esta es una zona roja, no nos pueden dejar sin policías”, expresó el comerciante.

“Estamos bastante embroncados con la situación, porque tenés que estar trabajando y pensando que no te roben, es muy injusto”, agregó.

Hasta la antena de DirecTV

Néstor y Noelia son una pareja que vive al lado de Víctor y en enero de este año cuando regresaban una noche a su casa se encontraron con la ingrata presencia de un ladrón en el interior. Fue el hijo de la mujer que se encontró al ladrón y todavía no se olvida de aquella experiencia.

“Estamos podridos, en enero llegamos justo cuando el ladrón estaba entrando, si no nos desvalijaban la casa. Y a la semana nos llevaron la antena que estaba desconectada. Para sacarla se tomaron su tiempo porque destornillaron todos los bulones, se la llevaron entera”, comentó Néstor.

La pareja alquila un departamento y la propietaria del inmueble reside atrás. Ella tampoco se salvó de los “amigos de lo ajeno”. Entre tantas cosas, en la última ocasión le llevaron las zapatillas que había dejado secando al sol.

Y en la casa contigua, al 180, ladrones le robaron dos motos a una familia.

“En esta cuadra hay dos casas deshabitadas llegando a la esquina, entonces entran por los patios. El sábado pasado había gente caminando por los techos y no podés salir afuera porque no sabés si están drogados o armados”, dijo Noelia.

También, días atrás el hijo de la mujer había ido a comprar pan rallado a la despensa de la vuelta y cuando regresaba fue abordado por un sujeto que le quiso robar lo que tenía. Afortunadamente un vecino del sector salió en su defensa y el ladrón huyó.

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Néstor muestra cómo quedaron las rejas cuando intentó ingresar un ladrón. 

Alarmas, rejas y cámaras

Miguel vive casi en la esquina con calle Drago y decidió colocar alarma hasta en su patio para evitar robos. “Me robaron una caja de herramientas que tengo en un tallercito en el patio y como no pudieron llevarse todas pensé: ‘Estos van a volver’, así que metí alarma en el patio. Ya varias veces sonó y me encontré con las pisadas, nunca más llegaron a llevarse nada”, relató el hombre.

Este vecino se mostró preocupado porque a toda hora del día pasa gente pidiendo o intentando vender los más variados elementos. “Te viene gente pidiendo remedios, pan, pañales, te quieren vender cosas, envases de cervezas vacíos, lo que sea. Es la madrugada y están tocando timbre. Yo no le abro a nadie porque esos son los que van mirando las casas viendo los movimientos que hay”, aseguró preocupado.

Gustavo es otro vecino del sector decidido a colocar cámaras de seguridad en su vivienda. “Es un gasto extra que no tenía previsto pero lo tengo que hacer. Tengo rejas, alarmas y ahora voy a poner cámaras de seguridad también”, manifestó.

Hace unas semanas su esposa fue víctima de un arrebato. Volvía de la carnicería y 20 metros antes de llegar a su casa, le robaron violentamente la cartera.

El que peor la pasó

Oscar Jiménez tiene una rotisería en la cuadra y en menos de dos años le robaron en cinco ocasiones. El peor de estos hechos fue en octubre del año pasado, cuando ladrones ingresaron armados y mediante amenazas asaltaron a un cliente que justo estaba comprando en el comercio. Le robaron un teléfono celular, 200 pesos y una motocicleta Guerrero Trip.

“Me robaron cinco veces en dos años. Y no me pongo a recordar más porque seguro fueron más veces”, aseguró meneando la cabeza en signo de disgusto. Y agregó: “La Policía Barrial cumple una buena función, pero los ‘chorros’ ya se dieron cuenta de cómo es el sistema y están expectantes”.