Un arte abierto, en el que todos participen sin importar género, edad o condición física. Eso propone Mario Lange, quien lleva adelante una “Revolución de Arte”.

Propone en sus obras colores cálidos y figuras donde predominan animales, sobre todo los caballos, las casas, las flores, los corazones y las montañas, características de la región puntana que lo inspiran y a la cual llegó de adolescente desde su Entre Ríos natal.

Hace dos años, Lange estuvo pintando en nuestra ciudad en las escuelas Bouchard y Hermanos Maristas. Este lunes, el muralista con más obras en el mundo, dictará una charla abierta dirigida a artistas locales, estudiantes de Bellas Artes y público en general en la Tecnoteca, lugar donde expondrá además algunas de sus obras.

El resto de los días que permanecerá en San Francisco, Lange pintará tres murales en distintos puntos de la ciudad: será la ex Fábrica Tampieri, el Museo de la Ciudad y la Residencia Infanto Juvenil, donde contará con la colaboración de distintas personas y pintores locales.

Previo a su llegada, Lange habló con El Periódico Radio y contó sobre los inicios en su vida, de cómo se convirtió en artista siendo autodidacta y cómo se sobrepuso luego de que quisieran prohibirle hacer arte.

- ¿Cómo es que tenés más obras hecha en el mundo?

- Es así, la semana pasada terminé el mural 1382; tengo trabajos hechos en 1198 ciudades del país, a grandes escalas como edificios de 50 metros de altura, puentes, diques y más. he realizado obras con niños, ancianos, personas con discapacidad; todos pueden participar de mi obra, esa es una particularidad.

- En San Francisco te van a poder ayudar entonces.

- Cuando esté pintando, el que quiera puede acercarse y pintar conmigo, a mucha gente le gusta y se espera una jornada muy linda de trabajo. No hace falta que sean artistas, sino tener ganas de disfrutar de un día de mucho arte.

- ¿Cómo fue tu recorrido hasta llegar a ser el muralista que sos en la actualidad?

- Nací en la extrema pobreza, fui a una escuela rural y nunca tuve acceso al arte. Con decirte que empecé a pintar a los 44 años, después de ser albañil y trabajar en una empresa constructora. Empecé a pintar para mí y a los 45 hago en San Luis hice mi primer mural. Recuerdo que lo subí a Facebook que era la única red social que tenía. Ahí, el gobierno de San Luis me prohíbe pintar porque yo no era artista.

- ¿Y qué hiciste?

Yo en silencio pero en protesta pinté en más de 200 escuelas murales con fondos míos. ¿Por qué me iban a prohibir? Entonces empecé a invitar a todo el mundo, a que pueda acceder al arte, siendo o no artista. Fue un desafío.

- Estabas a cargo de una empresa y dejaste todo para pintar. No cualquier se anima.

- Fue a los 46 años, tenía más de 70 empleados a cargo y los indemnicé con la plata que hasta ese momento había podido juntar y seguí con la pintura. Seguí con esa forma de trabajar con la postura de que cualquiera puede sentirse artista por un día.

Mario Lange llega a San Francisco: el muralista rebelde que cazaba y pescaba para poder comer

- Volvamos para atrás: ¿qué hiciste antes de ser muralista?

- Nací en Strobel, un pueblo muy cerca de diamante en Entre Ríos, pegado al río Paraná. A los 12 me fui con mi mamá y mis hermanas a trabajar de albañil. Trabajé hasta los 24, cuando decido armar mi primera empresa. A los 32 empecé a diseñar casas, siendo autodicata porque solo tuve educación primaria. Ahí me hice conocido como diseñador y es a los 44 que comencé a pintar las casas que hacía para vender. Dos años después largué como pintor.

- No fue un camino fácil.

- Tengo como filosofía de vida vivir el presente, nunca renegué de ser pobre, ser albañil porque disfruté cada cosa de mi vida. Hasta los 12 vivimos de lo que cazaba o pescaba en el pueblo donde vivíamos y era muy divertido. No había luz eléctrica ni gas. Y después ir a San Luis fue una aventura. Siempre me divertí en lo que hice, nunca vi las cosas como sufrimiento.

- ¿Anhelás hacer arte en otra parte del mundo?

- Soy un convencido que se puede hacer arte en Argentina y vivo de eso. El que me conoce o conoce mi galería de arte sabe que vivo de eso. No tengo la necesidad de irme del país.

Cuando uno se enfoca en lo que hace y le pone pilas las cosas salen. Mi idea es pintar toda la Argentina, me faltan seis o siete provincias, pero no me quita el sueño salir del país. Sí hay obras mías en más de 50 países.

- ¿Hay grieta en el arte?

- Mi arte no tiene grieta, cuando pinto hay gente de todos los colores políticos, con decir que dos presidentes tienen obras mías y hoy son el día y la noche (Mauricio Macri y Alberto Fernández). Ahí te das cuenta que el arte iguala a las personas, pasa las fronteras políticas, culturales y sociales. Lo hace la música también, el deporte…

Mario Lange llega a San Francisco