Nombre y apellido: María Fernanda Attar

Edad: 38 años

Profesión/Ocupación: empleada de comercio

Lo primero que hace al despertarse: Desayuno, me preparo unos mates.

Una serie o programa de TV: Cualquier programa de entretenimiento.

¿Qué libro está leyendo? “Viviendo con autoestima” de Robert Alberti.

Una película: “La Vida es Bella”.

Una canción: “Me verás caer” de Gustavo Cerati.

Un club de fútbol: Boca.

Un deportista: Manu Ginóbilli.

Un político: No tengo preferencia por ninguno, me interesa que al país le vaya bien.

Un talentoso/a: Ricardo Darín.

Una bebida: Baileys.

Un hobby: Hacer postres y bombones de chocolate.

¿Duerme siesta? A veces

Donde viajaría, ¿al pasado o al futuro? Al futuro, porque es incierto, me despierta curiosidad y me gustaría vivir nuevas experiencias, lejos de lo real.

Me indigna: La injusticia.

¿Qué superpoder le gustaría tener y para qué? Un superpoder farmacológico, para curar enfermedades (como el cáncer).

Una alegría: Mi hijo.

Sin contar San Francisco, ¿qué lugar elegiría para vivir? Capilla del Monte, para conectarme con la naturaleza.

Un miedo: A los desafíos, a lo nuevo… de eso se trata la vida.

Comida favorita: Milanesas con frutas.

Un oficio (no el propio): Recursos humanos.

Un sueño: Tener mi casa propia.

¿Tiene mascota? ¿Cuál? No, no tengo mascota porque vivo en un departamento. Pero me gustan los perros, son compañeros y fieles.

¿Con qué político, artista o celebridad te gustaría debatir? En la actualidad me gustaría debatir con Mauricio Macri.

Una calle de la ciudad: Alberdi, tengo muchos recuerdos lindos ahí.

¿Qué le hace falta a San Francisco? Más seguridad y planes de vivienda, como las que están en marcha con el nuevo Procrear, con facilidades para todos.

¿El lugar más lindo al que viajó? Volvería a Mendoza. Fue un viaje con amigas inolvidable.

¿Qué lugar quisiera conocer? Me gustaría viajar a México.

¿Qué se propuso para este 2017? Hacer cosas, cursos que me proporcionen crecimiento personal. No quedarme en mi centro de confort. Me gustaría progresar y disfrutar el tiempo libre. En estos tiempos la rutina no es la mejor consejera.