Cri-cric-cri-cri. Es la “musiquita” que suena sin cesar desde hace algunas semanas y que por las noches fastidia a más de un vecino a la hora de conciliar el sueño. Se trata del chirrido de los grillos que, según un experto, se encuentran en plena época de reproducción y es prácticamente imposible convivir sin ellos.

Según el médico veterinario Horacio Cremasco, dedicado a la sanidad ambiental, la cantidad de estos insectos no obedece a un fenómeno extraño sino a una situación natural que se produce todos los años: la eclosión o el nacimiento de los huevos.

“No tiene nada fuera de lo normal la aparición de los grillos, están en un proceso estacional que cuando se dan las condiciones de altas temperaturas y humedad, eclosionan los huevos y aparecen los insectos”, detalla.

Según el profesional esta presunta “invasión” disminuirá con los meses más secos del verano. Aunque reaparecerán allá por el mes de marzo, que “es otro momento de reproducción masiva”, sostiene.

Menos frío, más grillos

Una rápida explicación a la pronta aparición de estos simpáticos insectos parientes de Pepe Grillo es que la falta de bajas temperaturas en invierno no frenó la reproducción. “La proliferación va ligada a dos factores, temperatura y humedad. Cuando los dos son altas, la reproducción se da en estado óptimo”, asegura Cremasco.

A estar atentos

Si bien los grillos son inofensivos, es preferible que no entren al hogar. “Si los grillos ingresan por un hueco, también pueden entrar alacranes, que son depredadores naturales de los grillos”, comenta el veterinario.

También hay que tener en cuenta que por las copiosas lluvias los alacranes salen de sus escondites buscando otros lugares donde ocultarse, por eso se observan muchos. Estos arácnidos suelen esconderse o anidar en lugares como piedras, árboles, cuevas, resumideros, huecos en la pared o el piso, entre otros.

 Serenata nocturna

Los culpables de tanto alboroto en su patio son los grillos machos y lo hacen para atraer a las hembras. Para producir este sonido, el insecto levanta las alas y las frota ligeramente una contra otra.

¿Mala suerte?

Desde hace mucho tiempo, por pura superstición, se dice que matar un grillo trae mala suerte. Por eso muchos no los matan, sino que los sacan o barren hacia afuera de la casa.