Se dice popularmente, y de manera ciertamente habitual cuando llega la primavera, que la primavera la sangre altera, principalmente porque se trata de un momento del año en el que la persona tiende a cambiar emocionalmente, sobre todo después del invierno.

La primavera es conocida como la “estación alegre” o “verde”. Ello se debe a que, después del mal tiempo propio del invierno (con sus lluvias y el frío), las semillas comienzan a germinar del interior de la tierra, la naturaleza comienza a florecer y los árboles y plantas empiezan a frotar.

Pero el aumento de luz solar tiene una serie de efectos psicológicos y emocionales en la mayoría de las personas, lo que se traduce en un cambio hormonal que afecta al sujeto.

Efectos psicológicos y emocionales de la primavera

Son muchos los científicos y especialistas en medicina que coinciden en señalar que el aumento de luz (provocado por el aumento de la radiación solar), produce cambios en la producción hormonal de la persona.

Hormonas como la melatonina o la serotonina son sumamente importantes en el estado emocional de la persona. Cuando se produce un aumento de éstas, la persona tiende a sentirse mejor emocionalmente hablando, elevándose su estado de humor.

Se conoce que, en primavera, tienden a aumentar las relaciones sexuales, ya que la persona se siente más alegre, con más energía y con una mayor vitalidad que en el resto del año.

Pero también aumenta la fertilidad, y el estado de humor puede variar dependiendo de cada persona. Por ejemplo, es habitual que la persona se sienta alegre cuando observa que hay más luz solar y que los días se alargan debido al cambio de horario, especialmente cuando también visualiza la propia belleza en sí de la naturaleza

No obstante, en ocasiones no todo es alegría en la primavera. Ya que también en este período, sobretodo en pleno “proceso” del cambio de estación, la persona puede sentirse triste, y puede aparecer la denominada como depresión primaveral.

La persona puede sentirse triste, aunque habitualmente es un estado de humor pasajero que desaparece a los pocos días o semana