Atención al cielo nocturno de este próximo viernes, último día de julio. La luna llena, ya hermosa de por sí, regalará una circunstancia que solo se produce cada tres años. Este viernes habrá 'luna azul', aunque el fenómeno nada tiene que ver con su color.

La última vez que se pudo observar una 'luna azul' fue el 31 de agosto de 2012. Es un espectáculo que se repite cada tres años aproximadamente y por el cual dos lunas llenas tienen lugar dentro del mismo mes del calendario. El ciclo lunar es de aproximadamente 29,5 días por lo que, cada cierto tiempo, coincide el satélite se mostrará dos veces completo en la misma página del almanaque.

La primera luna llena de julio tuvo lugar el pasado 2 de julio y, tras la que se asomará al cielo nocturno este viernes, no ocurrirá de nuevo este fenómeno hasta enero de 2018. Por si fuera poco, ese año contará con una circunstancia que solo tiene lugar entre tres y siete veces cada siglo: habrá dos lunas azules en enero y y dos más en marzo. La última fecha en la que ocurrió algo similar data de 1999.

No tan azul

A pesar de su nombre, lo que se conoce en castellano como 'luna azul' nada tiene que ver con el color del satélite. Para que la luna adquiera esa tonalidad vista desde la Tierra, lo que sí ha ocurrido en alguna ocasión, sería necesaria una fuerte concentración de partículas volcánicas en el aire, provenientes de erupciones o potentes fuentes de humo. 

En algunas ocasiones, la Luna sí puede parecer azul, no obstante, esto ocurre debido a partículas en suspensión en la atmósfera que filtran la luz de la Luna. Estas partículas suelen tener su origen en grandes incendios forestales o erupciones volcánicas. No obstante, a veces la Luna también puede adquirir un tono rojo si se encuentra en posición baja, por la misma razón por la que son rojas las puestas del sol.