Romina Acosta y Aboubakr Sahifa fueron los protagonistas, a fines de octubre pasado, del primer casamiento a distancia realizado en San Francisco. La pareja dio el sí y el marido presenció el momento a través de una pantalla.

El trámite en nuestra ciudad se hizo desde el Registro Civil y fue completamente legal, pese a que la pareja aún no pudo conocerse en persona ya que el hombre vive en Marruecos. No obstante, planean hacerlo en pocos meses.

La historia comenzó en octubre del año pasado cuando ella, interesada en la cultura árabe, comenzó a participar de grupos de Facebook y conoció a quien le presentó a su ahora marido.

“Conocí a muchas mujeres musulmanas, empecé a preguntar muchas cosas sobre el Corán, sobre la religión. Hice amistades con mujeres y hombres. Uno de ellos fue un muchacho que es de Marruecos, pero se casó y vive en México. Empezamos a hablar, él sabía que yo estaba separada y me dijo que tenía a alguien para presentarme”, relató Acosta a El Periódico.

Con el WhatsApp de “Bob” (Aboubakr) en manos, en febrero comenzaron las charlas. “Siempre me pareció una persona muy respetuosa, de hecho tengo un trabajo independiente, entonces empezamos a tener videollamadas y a hablar mientras trabajábamos, empezamos a conocernos, y al poco tiempo el empezó a sentir cosas por mí y yo también por él”, agregó.

Para la pareja, la diferencia de culturas no fue un problema. Por el contrario, cada uno se enriqueció de la cultura del otro: “Ellos tienen una mente totalmente diferente a los latinos, piensan diferente. Previo a esto estuve investigando porque hay muchos prejuicios; comprendí que el Islam, la religión y la cultura son cosas completamente distintas. Entonces me abrí a la posibilidad de conocerlo y con el tiempo nos enamoramos”.

“Pasamos muchas cosas”

En lo que para otras personas puede parecer poco tiempo, Acosta aseguró que la pareja pasó por muchas cosas. “Diariamente hablamos mucho tiempo, yo hablaba y hacía mis cosas, y él también, todo a cámara abierta. Pasamos por muchas cosas. El mes de Ramadán estuve con él, virtualmente. Compartimos muchas cosas a la distancia. Uno dice ‘qué pueden hacer, solo videollamadas, pero fue más allá de la pantalla, para mí es una experiencia muy especial y única. En mi vida pensé que me iba a enamorar de alguien a la distancia, jamás. Sí tenía deseos de conocer a alguien, pero para una amistad, no para lo que ahora somos, para ser marido y mujer”, reveló Acosta.

“Nunca pensé que me iba a enamorar de alguien así, de lejos, son cosas que suceden. Siempre pienso que solo Dios sabe por qué suceden las cosas. Siempre quise tener una amistad, pero las cosas se fueron dando y fue mutuo”, agregó.

La pareja debió sortear varias dificultades previo al matrimonio, entre ellas la desconfianza de las familias: “De hecho cada familia tuvo su oposición, tanto de su parte como de la mía, pero siempre los dos luchamos y defendimos el amor que existía. Al final de todo, cada familia comprendió que esto no era pasajero o por interés, ellos se dieron cuenta de que realmente fue amor”.

Encontró el amor a distancia: así fue la historia.

El casamiento

La idea de casarse fue de Aboubakr, que se lo comunicó a la familia de Romina. “A los dos meses de estar hablando conmigo me dijo que me amaba. Y de hecho, cuando habló por primera vez con mi madre le dijo que quería casarse conmigo. Ellos tienen otra mentalidad, otra forma de ver las cosas. A la mujer la tienen bien vista como Dios quiere que nos vean, con respeto”, destacó la flamante esposa.

“Al hablar una o dos semanas, él ya pudo ver si soy una chica para algo serio o no. Él lo que quería era tener algo serio con alguien, entonces se enfocó en eso, en que yo fuera su esposa. En esmerarse en que yo lo conociera y yo en demostrarle como soy. A la distancia. Es todo un proceso. En su momento mi madre pensaba que era una broma, pero era una decisión mía y de él y así fue”, sumó Acosta.

Al verse imposibilitados de viajar para verse, la pareja comenzó a buscar opciones para casarse: “Él quería venirse a Argentina a los tres meses, pero con la pandemia no se podía, entonces un familiar nos empezó a ayudar en esto, nos dijo que había una posibilidad de casarse a distancia, y es lo que queríamos los dos. Si no era acá, era a distancia. Entonces empecé a averiguar. En San Francisco la jueza (del Registro Civil) me dijo que nunca habían hecho estos casamientos pero empezamos a ver. Y ahí empezaron los papeles”.

El casamiento se llevó a cabo, finalmente, el 29 de octubre. “Fue todo nuevo para todos, para mi familia, para él. Él todavía no puede creer que esté casado con una argentina. Siempre defendimos lo que sentíamos a pesar de los prejuicios de la sociedad, de su familia hacia los latinos y de mi familia hacia los árabes. Él habla muy bien el español, se entiende mucho, y yo aprendí a hablar un poco en árabe. Es algo muy hermoso, no fue fácil, pero siempre pensamos los dos que los caminos difíciles son los que llevan a las grandes recompensas. Siempre dejamos todo en manos de Dios”, aseguró ella.

Ahora esperan, en febrero o marzo del año próximo, poder conocerse personalmente: “Algunos pueden pensar que fue poco el tiempo para conocer a una persona y casarse, muchos me han cuestionado eso, pero el amor a distancia es algo muy especial”.

“Uno no se enamora del físico, se enamora primero del corazón, hay muchas cosas que te llenan y él hizo muchas cosas por mí. Él a su forma lo hizo, se esmeró y luchó conmigo, desafiado a su familia, y yo también. El casamiento era lo que nuestros corazones deseaban. El corazón siempre manda. Esta es la primera vez que me enamoro en esta vida y así se dio”, cerró la mujer.

"Fue un momento lindo porque nunca lo habíamos realizado antes"

Susana Decilli, jefa Departamental del Registro Civil, confirmó que este caso fue el primero en San Francisco, incluso de la provincia de Córdoba, y que requirió una trabajo previo de interiorización y varias consultas a la Dirección General de Registro Civil de Córdoba. En ese marco hizo hincapié en que se trató de un matrimonio a distancia y no de un matrimonio virtual.

Sobre cómo fueron los preparativos para ese momento, recordó: "Fue una tarea no conocida, pero tuve mucha predisposición y mucho deseos tenía la novia de casarse, porque tuvo que traer una serie de papeles que no son fáciles de buscar. Pero ella los pudo encontrar y lo pudimos hacer. No creía que iba a llegar a buen término por la cantidad de papeles que se tenían que traer, pero bueno, se puedo lograr. La señora consiguió toda la papelería, que era encontrar partidas de nacimiento, apostilladas y traducidas, y se tuvo que conseguir un instrumento público".

Decilli explicó que los matrimonios a distancia solo pueden hacerse cuando se trata de un a unión entre un argentino o una argentina y una persona de otro país: "Y debe haber una razón por la cual las personas no pueden estar juntas. Esto se hizo ahora con el tema de la pandemia. Debe haber una razón y la razón por la cual las personas no podían estar juntas para realizar el matrimonio fue la pandemia".

"Fue un momento realmente lindo, increíble, porque esta chica trajo su celular por predisposición de ella, no es porque sí o sí lo tenga que hacer, y el novio estaba presenciando toda las ceremonia. Se emocionó mucho y fue algo algo lindo, porque nunca lo habíamos realizado antes", agregó la jefa departamental.

Sobre el final, indicó que a partir de esta primera experiencia hubo otra dentro del territorio provincial: "Después de esto se tuvo una iniciativa, una referencia, no me acuerdo si en Villa María o Río Cuarto, pero también hubo un matrimonio a distancia y tuvieron en cuenta más o menos el que habíamos realizado nosotros para ellos pedir los papeles que se necesitaban".

"Todo se hizo con el asesoramiento de la Dirección General, porque nosotros no teníamos conocimiento", cerró Decilli.