El fiscal Gerardo Pollicita imputó a la presidenta Cristina Fernández por encubrimiento de Irán en el atentado a la Amia ocurrido en 1995. 

Tras la muerte de Alberto Nisman, la Cámara Federal decidió que su denuncia en contra de Cristina Kirchner por el caso Amia sea investigada por el juez Daniel Rafecas, a quien secunda en la instrucción el fiscal Pollicita.

Según fuentes judiciales, éste último analizó el escrito que su colega presentó en la Justicia antes de morir, y decidió darle curso a la acusación: hoy firmó un requerimiento fiscal en el que imputó a la Presidenta, al canciller Héctor Timerman y también al resto de los involucrados por Nisman en esta trama, como el expiquetero Luis D’Elía, y el diputado Andrés Larroque.


Críticas del kirchnerismo


El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, calificó hoy como "una clara maniobra de desestabilización antidemocrática" que el fiscal Gerardo Pollicita, quien continuará las investigaciones de su fallecido colega Alberto Nisman, planee imputar a la presidenta Cristina Fernández por supuesto encubrimiento de Irán en el atentado contra la Amia.

En su habitual conferencia de prensa matutina en la Casa Rosada, el funcionario evaluó, no obstante, que "no tiene ningún valor jurídico ser imputado. Acá pareciera que decir imputado es como que ya está semicondenado. No tiene nada que ver, no tiene ninguna importancia".

Según Fernández, la repercusión "que genera sí tiene mucha importancia. Eso es lo que cuestiono del fiscal, severamente, porque es una clara maniobra de desestabilización antidemocrática".

De igual modo se pronunció Jorge Capitanich, en su habitual conferencia, al hablar de "golpismo judicial activo". Ambos funcionarios también cuestionaron la marcha del silencio del 18 de febrero próximo. Aníbal dijo que irán "narcos", "antisemitas" y que también estarán fiscales que habían frenado la causa Amia.