A sus 59 años de edad, Javier Mainero trabaja en un emprendimiento familiar la mayor parte su tiempo. Su oficio actual es atender una carnicería de barrio Roca, rutina que realiza habitualmente como cualquier otro trabajador. Pero, detrás de ese mostrador, se encuentra una persona con 29 años de servicio a la comunidad. Mainero hoy pertenece al Círculo de Bomberos Retirados San Francisco y se halla alejado de la institución por falta de tiempo, pero admite que “extrañaba muchísimo” habituar el cuartel.

Ingresó en 1986, cuando un compañero del trabajo lo invitó a acercarse por “curiosidad”. “Al día siguiente vine y nunca más me fui”, remarcó nostálgico. En ese entonces tenía 27 años y no se imaginaba que la “magnitud de esta profesión” lo llevaría a retirarse a los sus 56 años con el cargo de Sub Oficial Mayor. “Lo hice como un hobby y terminó siendo una pasión. Llegué hasta la graduación y hasta el nivel que yo quise. Ser bombero voluntario es una llama que no se apaga nunca”, señaló.

Su vida dentro del cuartel

En cuanto a los inicios de su carrera, recordó: “Yo realicé el primer curso de 1º nivel que se dictó en la institución. Me lo dieron los bomberos que antes estaban aquí, duraba seis meses y teníamos clases dos veces a la semana. También soy una de las personas que juró por primera vez en el cuartel un 2 de junio, como se hace todavía en la actualidad. Pero en aquel entonces no había fiesta, sólo se realizaba una ceremonia en la sala de máquinas. El juramento es una cosa muy especial, no te lo olvidas nunca”. Luego, durante 15 años desempeñó el rol de despachador. Fue el encargado de recibir cada llamado al 100 y emitir las alertas de emergencia.

Héroes retirados: Javier Mainero, 29 años de vida dedicados a Bomberos

A su vez, trabajó en distintas áreas del cuartel, pasando por Suministro, Escuela de Aspirantes Menores como colaborador y estuvo al mando 17 años del sector automotor. Mainero tuvo la oportunidad de conocer cuarteles de distintos lugares de la provincia y reconoció que lo que destaca a San Francisco es la “organización” que dispone de manera interna y la “distribución eficiente de los mandos”.

Lo que se llevó

El Sub Oficial indicó que su profesión le trajo muchas satisfacciones personales y una sensación “de haber logrado el objetivo”. También señaló que los valores aprendidos es lo que “más atesora” y añadió: “Lo que enseñan acá adentro no sólo te forma como bombero sino que te enseña a vivir y a manejarte en la vida. Estoy totalmente agradecido por eso”.  Además expresó que el apoyo de su familia fue “extraordinario” y que, sin ese consentimiento, “es imposible hacer esta labor”. 

Por último, expresó: “Yo sé que el cuartel ahora está en buenas manos y a mí me llena de orgullo el personal que está hoy. A muchos de ellos los conozco desde su nacimiento. Me siento feliz de haber sido voluntario, y de haber ayudado y estado en muchas situaciones muy lindas y en ocasiones otras muy feas”.