El sector gastronómico afronta un momento muy difícil, como muchos otros, en medio de la pandemia por el coronavirus. Es que aún con la cuarentena flexibilizada, muchos de estos negocios, como bares, confiterías y restoranes, no pudieron volver a recibir a sus clientes. Además debieron apelar a formas de venta que quizás no acostumbraban, como el delivery o el “take away” que en criollo significa “para llevar”.

Por ello, autoridades de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA) junto a empresarios del rubro, armaron un protocolo que presentarán el próximo viernes a la Municipalidad.

Juan Molina, titular del sindicato, explicó a El Periódico que se hallan preocupados con la situación de crisis que azota a la actividad y por ello plantearán a las autoridades municipales ingresar dentro de la flexibilización.

“Somos prudentes del momento que vivimos, no podemos permitir aglomeración de gente, pero con un protocolo podemos estar en condiciones de atender al público, brindando seguridad tanto para el cliente que consume como a los trabajadores”, explicó Molina.

El protocolo local

Para San Francisco, entre otros puntos, los gastronómicos piensan en que exista desinfección al ingreso de los locales y alcohol en gel disponible en la entrada, las mesas y los sanitarios. El uso del tapabocas será obligatorio cuando el cliente deba trasladarse dentro del local, como por ejemplo, cuando concurra al baño. Los platos, cubiertos y servilletas deben estar envueltos en una funda protectora.

El personal del negocio debe trabajar con su barbijo y guantes, mientras que los mostradores y barras deben estar separadas de los comensales con un cobertor transparente.

“Nos hemos juntado con empresarios, tenemos el protocolo armado para presentar al municipio, donde nos guiamos por otros lugares que ya abrieron”, dijo Molina.

Gastronómicos presentarán su protocolo: temen que un 30% de los negocios cierre el próximo mes
Juan Molina. 


Hace unos días los locales gastronómicos abrieron en Salta, por ejemplo, tras la autorización del gobierno nacional para exceptuarlos del aislamiento social, preventivo y obligatorio.

Situación crítica

Según Molina, la situación del sector “es desesperante, vemos que llega el invierno donde la gente no va a consumir tanto por la época, se queda en casa por el frío y son tiempos aún más difíciles”.

En este sentido advirtió: “Un 30 por ciento es candidato al cierre del establecimiento, es triste. Estamos bregando por los trabajadores como por las empresas, por eso pedimos que pongan el foco en nosotros. Con ese porcentaje de empresas que pueden cerrar estimamos que cien trabajadores van a quedar en la calle”.

Por último el sindicalista brindó un panorama del sector en el que todavía “no hubo cierres definitivos, algunos lugares que por sus características están cerrados. Comedores con ‘take away’ y delivery sumaron algo a las ventas, pero con el mínimo personal”.

Con respecto al protocolo que presentarán al municipio se mostró confiado y que serán escuchados por el municipio: “Estamos todos unidos para llegar a buen puerto”, cerró.