Se viene el inicio de clases y con ello una previa festiva de parte de los alumnos de sexto año que empiezan a despedirse del colegio secundario. Pero no se trata de cualquier fiesta sino de la que supieron denominar del “Último Primer Día” (UPD), que se estira hasta la mañana del lunes antes del ingreso a clases. Eso, claro, supo traer inconvenientes por el estado en que llagan los adolescentes a cada centro educativo.

Al tratarse de un festejo donde corre el alcohol y en muchos casos la clandestinidad, ya que se organizan en domicilios o predios particulares muchas, desde el municipio avisaron que harán un operativo especial este fin de semana con controles en bares y kioscos y también en la vía pública para evitar la venta y el consumo de parte de menores de edad.

Participarán los inspectores municipales e integrantes de distintas áreas, acompañados por personal de la Policía de Córdoba y en caso de requerirlo se podrían sumar otras fuerzas.

Educación pidió control y cuidado

Ante este panorama y como lo viene haciendo, desde el Ministerio de Educación de Córdoba este año volvieron a enviar un material relacionado a este evento para su abordaje en los colegios.

En un documento de 19 páginas, se convoca a “reflexionar y a generar estrategias preventivas y de cuidado”. Y advierte que el UPD puede “tensionar los acuerdos escolares vigentes, los roles y funciones de los distintos actores de la comunidad escolar, como así también supone un desafío al lugar del adulto”.

Para Educación debe haber un “sentido de la corresponsabilidad, implicando además a las familias y a las organizaciones de la sociedad civil”. Con esto, apela a que los padres también cumplan un rol central en la prevención y en la promoción de los espacios de expresión de los estudiantes.

Para lograrlo, el Ministerio de Educación propone trabajar en tres etapas: antes, durante y después de la UPD.

La secretaria de Educación de la Provincia, Delia Provinciali, planteó que la escuela debe generar momentos de expresión para los estudiantes. “En determinados momentos históricos hay ciertas prácticas juveniles que aparecen como rituales. Este último primer día aparece hace poco tiempo. Nosotros entendemos que es un espacio de festejo por los afectos, lo que se ha aprendido y los vínculos que se han generado en el espacio de la escuela”, definió al diario La Voz del Interior, y agregó que por esto se trata de una razón de celebración.

Provinciali estableció que la escuela tiene que poder trabajar previamente el primer día con la comunidad educativa. “Se trata de establecer los modos de receptar a los jóvenes. Es importante la participación de los estudiantes para que tengan palabra, pero también los padres deben garantizar el cuidado que hay que tener para que la llegada a la escuela no sea producto de acciones que perjudiquen a los estudiantes”, señaló.

Además de explicitar que los estudiantes que están bajo los efectos de consumos problemáticos “no pueden permanecer” en el colegio y deben ser retirados por sus padres, dijo que estos conflictos son un puntapié para abordar la problemática de los consumos.

“En el documento que enviamos a los colegios, que data de 2018, planteamos que ante el análisis de un conflicto uno debe utilizar el esquema ‘antes-durante-después’. Si un alumno está bajo efectos de consumo problemático, la escuela deberá convocar a los padres y el estudiante se tiene que retirar de la institución educativa, porque en esas condiciones no puede permanecer en las aulas”, planteó.