Habían tomado esa decisión angustiados por la pérdida de su casa, al no poder saldar sus deudas, según un vocero de la Guardia Civil.

Uno de los hijos encontró los cuerpos junto a la nota de despedida y dio aviso a los servicios de emergencias. Las primeras investigaciones señalan que murieron por la ingesta masiva de medicamentos, aunque todavía no se ha realizado la autopsia, que determinará la verdadera causa.

La pareja vivía en la calle Barranc del municipio de Calvià, una zona residencial donde se construyeron bloques de protección oficial que fueron adquiridos por profesionales universitarios y de clase media.

Pero lo más curioso es que la muerte se produjo unas horas antes de que el Parlamento español debatiera una proposición de ley popular que había reunido más de 1,4 millones de firmas para poner fin a los desahucios.

En los últimos meses se produjeron varios suicidios de personas que iban a ser desalojadas, lo que provocó que el Partido Popular, que gobierna en España, aprobara en noviembre de 2012 una moratoria de dos años en los desahucios que afectaban a familias más vulnerables.

Desde 2008, el Consejo General del Poder Judicial ha contabilizado alrededor de 350.000 órdenes de ejecución hipotecaria, aunque muchas de ellas no corresponden a primeras viviendas, un dato difícil de conocer.