Datos del Banco Central muestran que en la provincia de Córdoba los bancos vienen captando más pesos, los cuales vuelven a cuentagotas en créditos. Y San Francisco es parte de ese escenario.

Desde diciembre de 2015 a enero de 2019, según pudo confirmar El Periódico con cifras del Central, hubo un crecimiento tanto de depósitos como de créditos otorgados por las entidades bancarias de San Francisco, aunque siempre el primer ítem fue mayor al segundo. Es decir, se guarda más dinero en los bancos que aquel que se presta o invierte desde estas entidades.

En ese período de tiempo, los depósitos crecieron un 310 por ciento mientras que los préstamos un 280.

De este contexto se desprende además la importante cantidad de bancos y sucursales que posee la ciudad, 18, directamente proporcional, podría decirse, al dinero que circula.

Claro que hay factores que se deben tener en cuenta hoy, ni más ni menos que la magnitud de las dificultades para el acceso al crédito como consecuencia de la incertidumbre de la economía y el alto valor de las tasas de interés. Aunque este escenario se mantiene desde hace varios años atrás.

Lo llamativo es que a comparación de lo que ocurre con ciudades similares a la nuestra, tal es el caso de Villa María en Córdoba como Rafaela en Santa Fe, la realidad es otra, ya que los bancos prestan más dinero del que se deposita.

¿Somos realmente la ciudad conservadora que muchos afirman? ¿Hay temor a la hora de arriesgar financieramente? Hay algo de eso. 

El que guarda y los que prestan

En diciembre de 2015, nuestra ciudad tenía depósitos en los bancos (en cuenta corriente, caja de ahorro y plazo fijo) por 2.091 millones de pesos y préstamos por 1.612 millones, lo que daba como resultado un volumen de actividad de 3.703 millones de pesos.

Con los vaivenes de la economía y el precio del dólar a la cabeza, estas cifras se ampliaron enormemente con el correr de los años, aunque los préstamos nunca lograron superar a los depósitos.

Tal es así que, al 31 de marzo de 2018, los depósitos en nuestra ciudad ascendían a los 4.369 millones de pesos, mientras que los préstamos alcanzaban los 3.810 millones.

Diez meses después, al 31 de enero de este año, los depósitos crecieron un 48 por ciento, pasando a ser de 6.478 millones de pesos contra los 4.505 millones prestados.

Con el fin de la convertibilidad, el sistema financiero tuvo, en general, menos cantidad de préstamos que depósitos, y la brecha entre uno y otro fue agravándose año a año. Sin embargo, en dos localidades cercanas y similares a San Francisco, como los son Villa María y Rafaela, el escenario es otro ya que sus bancos los préstamos superan a los depósitos.

Al 31 de marzo del año pasado, por ejemplo, en la ciudad del sur cordobés había 5.408 millones de pesos en depósitos mientras que el ítem prestamos era de 5.582 millones, 174 millones más.

En la ciudad santafesina, en tanto, en marzo de 2018 los depósitos alcanzaban los 4.445 millones de pesos, mientras que los préstamos 5.756 millones; en enero de 2019, las cifras eran de 6.482 millones de pesos y 6.763 millones, respectivamente.

Dispar comportamiento

El vicepresidente del banco Credicoop, Ricardo Sapei, explicó a El Periódico que la política económica del país “lleva a que los bancos tengan crecimiento en niveles de depósitos en pesos a partir de una política extremadamente restrictiva en materia de disponibilidades para la gente y pagando altísimas tasas de interés, que es la única herramienta que utiliza como freno al dólar o como intento de frenar la inflación, algo que fracasó. Es una herramienta tremendamente recesiva, no genera actividad y eso se traduce en que la gente no toma préstamos”, explicó al analizar los datos provistos por el Banco Central.

El contador señaló que hoy toman créditos “quienes tienen márgenes de utilidad que le permiten hacer frente a esas tasas de interés, proveedores del Estado o proveedores de empresas que proveen al Estado, también petroleras. El resto son casos excepcionales, alguna empresa exportadora que pueda tomar préstamos en dólares, algún productor agropecuario que espera que el precio que de lo que cosechó aumente por una expectativa de devaluación; pero los sujetos de créditos disminuyeron de manera importante”, manifestó.

Sobre el crecimiento de los depósitos, Sapei aseguró que estos sí están incentivados por la política económica.

Al consultarlo puntualmente sobre la situación que se da en San Francisco, donde se deposita más de lo que se presta, a diferencia de las otras ciudades antes mencionadas, el vicepresidente del Credicoop indicó: “San Francisco es una ciudad más conservadora, su empresariado lo es, tiene menos nivel de endeudamiento, lo que hizo que tanto Rafaela como Villa María las empresas crecieran más que nuestra ciudad que vive en un proceso de mayor estancamiento. Las cifras muestran otro espíritu diferente”, consideró, y aclaró: “No es que exista otro escenario, las dificultades y ventajas son iguales para cada ciudad, pero uno puede deducir que esos empresarios tienen un espíritu más emprendedor y con mayor apetito al riesgo para emprender proyectos, lo que supone la posibilidad de obtener mayores ganancias, y claro que riesgos ante un escenario económico dificultoso”.