A su vez, dijo que siempre llevan trabajo para que los internos realicen: “Queremos que se sumen y que el día de mañana salgan con conocimientos”, manifestó Benso.

Por su parte, uno de los internos, Luis Mercante (lleva detenido alrededor de diez años), quien fuera el impulsor de este taller textil en la cárcel local, también indicó que “se podría hacer mucho más de lo que se hace”.

Consultado por El Periódico, Mercante sostuvo que “en varias oportunidades escucho hablar a un interno que tiene tres o cuatro hijos y que piensa que si sale el día de mañana y no consigue trabajo deberá volver a delinquir”. Por esto, resaltó que “aprender un oficio dentro de la cárcel y la posibilidad de trabajo una vez afuera sería lo ideal”. Por este motivo pidió que exista una continuidad de este taller fuera del servicio penitenciario, y que además sea un espacio donde puedan trabajar familiares de los mismos presos.