El intento del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por sostener el dólar libre y que no haya aumentos antes de las elecciones, parece no haber dado el resultado esperado. Finalmente en los últimos días, la divisa norteamericana superó la barrera psicológica de los 10 pesos. 

Ni los controles policíacos (ayer se volvieron a ver efectivos por las calles del Microcentro) parecen frenar al dólar libre que parece decidido a instalarse en el rango de dos dígitos.

Economistas, operadores, e incluso la gente en la calle, advierten las dificultades tanto de Moreno como del equipo económico para consensuar un rumbo de acción y que la actual estrategia no convence.

La respuesta del mercado es clara: nunca en la larga historia de inestabilidad cambiaria que registra nuestro país los controles extremos y las políticas de tipos de cambios múltiples dieron resultados ni se pudieron sostener por mucho tiempo.

La escena preelectoral en la que estamos tampoco ayuda y no sólo tiene el dólar libre como tema central en lo financiero. También hay complicaciones en el mercado oficial del dólar. Por eso, el Banco Central tuvo que vender 210 millones de dólares en 72 horas. También ayudó el Banco Nación en la tarea de abastecer al mercado.

Según cambistas consultados, la explicación que existe es que los exportadores están liquidando un nivel muy bajo de divisas: en torno a 80 millones por día, y esa cantidad no alcanza para cubrir las necesidades de la demanda.