Por Bruno Scarafía / Estudiante de Comunicación Social en el CRES

Los estudiantes que este año debían terminar el colegio secundario seguramente no olvidarán esta pandemia que vivimos, la cual les niega diferentes actividades y probablemente les impida, al menos este año, tener su fiesta y el viaje de egresados, aunque esto último sea al momento una incertidumbre.

El tiempo es tirano, se dice, por lo que volver atrás para poder vivir en el momento justo el fin de cursado, con todo lo que ello implica, no podrá ser. Hasta el momento, este grupo de adolescentes ya se perdió varias fiestas de la Promo 2020, innumerables tardes de plaza y mate y horas de clases juntos. En breve, no gozarán de uno de los eventos más esperados cada año por la tribu estudiantil: la Estudiantina y el Día de la Primavera.

A lo más lindo de esta etapa, además se le suman las complicaciones de las clases virtuales, ante la imposibilidad de hacerlas en forma presencial debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio que rige desde marzo y donde la escuela no conoce, al momento, de flexibilizaciones.

Morena García cursa el último año del Instituto San Francisco de Asís (ISFA) y remarca su tristeza por la situación que viven. “A principio de año teníamos ganas de vivir todo eso que nos decían los más grandes. A medida que pasaron los meses me di cuenta que las posibilidades de tener promo eran cada vez más bajas, fue realmente muy triste”, sostiene.

Del año que pensaron al año que tuvieron: 5 estudiantes de sexto hablan sobre el 2020 que están viviendo
Morena García.

La joven cuenta que en su colegio es incierto qué sucederá con la recepción, aunque las comisiones “están trabajando porque es mucho el trabajo y el dinero invertido en la organización”. Lo mismo opina sobre el viaje de egresados, que aún no tiene una fecha específica y está sujeta a la situación del país: “Yo ya me estoy preparando para rendir el ingreso a la facultad. Muchos de los que nos vamos afuera ya estamos pensando en el futuro”, aclara en base a la posibilidad de que el ansiado viaje a Bariloche pase para 2021.

García reconoce además que el aislamiento social también modificó la relación con sus compañeros de curso. “Al principio fue difícil, pero gracias a la tecnología nos mantenemos en contacto todos los días”.

Otras sensaciones

Federico Aróstegui cursa el sexto año del Colegio Pablo VI y señala casi rendido que este año no tendrán la fiesta de egresados. Sin embargo, le pone fichas al 2021 ya que confía en que sí se realizará. Respecto al viaje de egresados, también manifiesta que podría ser el próximo año, en el mes de marzo. El retraso se debe a los últimos casos de coronavirus aparecidos en la ciudad de Bariloche, el centro turístico por excelencia para los estudiantes.

Del año que pensaron al año que tuvieron: 5 estudiantes de sexto hablan sobre el 2020 que están viviendo
Federico Aróstegui.

Sobre la Estudiantina, evento tradicional y muy esperado, Aróstegui entiende que “está bien que no se haga, por todo lo que estamos pasando”, aunque eso no les quita la amargura: “Obviamente que duele no tenerla, más este año que es la última”, aclara.

Respecto a las clases virtuales y las videollamadas con los docentes, el alumno del Pablo VI señala: “No es lo mismo que estar en la escuela, ya que no puedo sacarme tantas dudas o ir practicando más ejercicios, y eso afectó la relación con mis compañeros, porque no hablamos entre sí con nadie. Solamente con el profesor”.

El compañerismo mediado por una pantalla

Fiorella Bainotti es alumna de la escuela Dr. Francisco Ravetti y recalca que pese a lo que sucede “no hay que bajar los brazos”.

Del año que pensaron al año que tuvieron: 5 estudiantes de sexto hablan sobre el 2020 que están viviendo
Fiorella Bainotti.

“Me afligió muchísimo pensar que mi último año lo iba a cursar virtualmente, viendo a mis compañeros por una pantalla y no en el aula, y pensar que nos estamos perdiendo lo que siempre quisimos”, dice y con fe completa: “Una parte de nosotros nos dice que las cosas pueden llegar a cambiar”.

También, Bainotti cuenta que el contexto afectó mucho en la relación entre los compañeros. “Cuando empezó la pandemia empezamos a extrañarnos y hablábamos por el grupo de WhatsApp, pero ahora estamos muy desunidos”, lamenta.

Más de lo esperado

“Cuando empezó la cuarentena pensamos que iban a ser dos o tres semanas e iba a volver todo a la normalidad. Como vimos que eso no sucedía, nuestras expectativas eran para septiembre, el mes del estudiante. Pero nos dimos cuenta que no íbamos a tener nada, pero absolutamente nada”, detalla con la sensación de un trago amargo Tomás Binner, también alumno del Colegio Pablo VI.

Del año que pensaron al año que tuvieron: 5 estudiantes de sexto hablan sobre el 2020 que están viviendo
Tomás Binner.

En cuanto a las fiestas características de este año, el joven explicó que el viaje y la recepción “son dos cosas totalmente diferentes”. En este sentido, opinó que a Bariloche iría “en cualquier momento”, pero que la fiesta de egresados –a su modo de ver las cosas- “se tiene que hacer este año o no se tiene que hacer”.

Además, Binner pone especial atención a la nueva modalidad de clases adoptada en este contexto. Por una parte, considera que la relación con sus amigos y compañeros no se modificó en nada, y expresa que deben aceptar la virtualidad. “Yo me veo terminando el año en frente de una computadora, es la realidad”.

Por último, Juan Ignacio Balbo, que forma parte del sexto año de la Escuela Normal Superior “Dr. Nicolás Avellaneda”, manifiesta que sus expectativas de pasarla bien y divertirse con sus compañeros de curso “hoy ya quedaron lejos”.

Del año que pensaron al año que tuvieron: 5 estudiantes de sexto hablan sobre el 2020 que están viviendo
Juan Ignacio Balbo.

Su pensamiento sobre los eventos que no podrán realizarse, tales como la fiesta y el viaje de egresados es que “en algún momento se tienen que hacer”.

Balbo además sugiere una posibilidad, aunque sea por este año, de que exista una estudiantina “sólo para los sextos, con todas las medidas de seguridad”.


Chicos atravesados

La psicóloga Alejandra Libenson (especialista en crianza, autora entre otros de Los Nuevos Padres -Aguilar-), sostiene que la pandemia atravesó a los chicos con un impacto “a la manera de un trauma”. En diálogo con Infobae, la profesional justifica: “Yo creo que la pandemia nos puso en un concepto descorporizante donde se anularon los duelos, los rituales, las despedidas, las bienvenidas, y creo que los adolescentes no están exentos de este dolor. Y a su vez están atravesando por un proceso de duelo personal por el momento histórico que están viviendo. Están por cerrar una etapa y el tiempo y los límites del distanciamiento les impiden el contacto con los otros. Somos seres gregarios y nos sentimos a partir de estar con otros. Más aún los adolescentes”.