Referentes locales de la oposición solicitaron al intendente Ignacio García Aresca que adopte medidas de mayor control para disminuir los contagios de cara a la segunda ola de coronavirus y que impactan fuertemente sobre el sistema de salud local.

El concejal Andrés Romero del Frente Córdoba Ciudadana le reclamó al mandatario municipal a que se ponga en sintonía con las medidas anunciadas el miércoles por el Gobierno nacional y que rigen desde este viernes.

“Adhiero plenamente al mensaje del presidente Alberto Fernández, respaldo lo que declaró con respecto a las medidas restrictivas y al cuidado que debemos tener como sociedad, ante el recrudecimiento del virus y la llegada de la segunda ola”, comenzó diciendo.

Romero pidió volver a la modalidad virtual en las escuelas ante el recrudecimiento de los contagios: “Creo que se puede establecer la virtualidad por 15 o 20 días hasta que se aplaque un poco la circulación del virus y eso corresponde por parte de la provincia acatar lo que se ha dictaminado a nivel nacional el Presidente”, sostuvo.

Por otro lado, también insistió en acotar la circulación nocturna ya que “si eso no se corta vamos a tener serios problemas para organizar el sistema de salud que ya está colapsado; el personal de salud ya no da más y creo que lo más conveniente es tener medidas claras y contundentes a nivel local”, expresó el edil. Luego apuntó contra al municipio al manifestar: “Me parece que la comunicación del gobierno ha sido muy cuestionable, poco clara y lo que se necesita es un mensaje contundente para que la sociedad sepa lo que estamos viviendo”.

“Responsabilidad y controles”

A su vez, el concejal de Córdoba Cambia, Luciano Stoppani, insistió en “respetar al máximo los protocolos que tenemos, lo que hemos visto es que en algunos momentos se han relajado realmente los controles por parte del municipio y ahora que tenemos un pico de infecciones es cuando más hay que controlar”.

Y continuó: “Esto es para que sigan abiertas las actividades, los gastronómicos puedan seguir atendiendo sus locales, las escuelas y las empresas funcionen. Por eso hay que pedirle a todos mucha responsabilidad para que no sufran cierres”.

Luego, Stoppani consideró una “injusticia ir en contra de la gastronomía que es donde más se han cumplido los protocolos y el mayor problema los tenemos en fiestas clandestinas o en boliches. Es necesario fortalecer las acciones de vigilancia porque el gran problema son las fiestas clandestinas y es cuando más tenemos que controlarlas”.

“Contradicciones”

Desde la UCR, Cristian Canalis, advirtió contradicciones entre los discursos del sector sanitario y el poder político de la ciudad: “El director del Hospital nos está diciendo que está al borde del colapso y por otro lado nos dicen que van a tomar decisiones más adelante. Lo que vemos con alta preocupación y fuimos uno de los primeros en denunciarlo fue que las fiestas de concurrencia masiva no se controlaron como se deberían en la ciudad y ante eso el estado municipal tiene que hacerse responsable”.

Canalis se manifestó en contra del cierre de actividades productivas y escolares, aunque reclamó una vacunación prioritaria para el resto del sector de salud y para los docentes. “Resta todavía mucho personal de salud que todavía no está vacunado y de personal docentes hay vacunados un 30 por ciento y eso es alarmante”, declaró.

Por último se mostró de acuerdo con los horarios de restricción de circulación al decir: “Supongo que están bien asesorados, pero después hay que hacer cumplir los protocolos para cada actividad y el Estado tiene que controlar que se cumplan. Y con esto me refiero a lo que venía pasando en las madrugadas con los locales nocturnos, no se cumplieron nunca los protocolos, miraron para otro lado a la hora de controlar”, se quejó.