La intoxicación se produjo en forma accidental, mientras la mamá intentaba cambiarle los pañales al bebé. El producto estaba al alcance de su mano. El niño lo agarró y se lo llevó a la boca, como si fuera una mamadera. El talco estaba abierto pese a que el envase tenía una tapa de seguridad, informa el diario Día a Día.

“Estos casos no son comunes pero cuando se dan son muy graves. El polvo de talco es un mineral que se elabora sobre la base del silicato de sodio. Sus partículas son muy pequeñas y se alojan en las vías aéreas. De esta manera se impide el intercambio gaseoso y el bebé sufre una dificultad respiratoria brusca”, indicó a ese medio Ricardo Fernández, toxicólogo del sanatorio donde se encuentra el niño.

El especialista comparó la gravedad del cuadro con los recientes casos de intoxicación por purpurina. Si bien ambos están compuestos por metales diferentes, tienen la particularidad de distribuirse por todos los pulmones. Y ahí radica su gravedad: “Si un niño se traga una moneda, este cuerpo extraño se va a alojar en un sector del pulmón o en la tráquea. Pero, en este caso, las partículas se desparraman por todas las vías aéreas. Y entonces es más difícil retirarlas”.

El bebé es oriundo de Buenos Aires. Sus padres se encontraban de vacaciones en Córdoba. Si bien el caso es muy grave, afortunadamente evoluciona bien.