El proyecto Arquitectos Sociales de la familia Muratore, acompañados por la firma Akron de San Francisco, se encuentra en plena construcción de un imponente monumento para honrar a todas que lucharon contra la pandemia de Covid-19, como también para recordar a las víctimas de esta enfermedad.

“Alas memorial”, como fue bautizado, está destinado a revalorar a “las personas esenciales y a quienes el Covid se llevó, en testimonio a las generaciones futuras”, explicaron los impulsores. Se trata de un monumento de 6,48 metros de altura que tendrá un peso de seis toneladas con base de acero y concreto. Las alas extendidas miden 4,35 m y para realizarlas se usaron 45 metros de cadenas, 160 coronas y piñones de bicis y motocicletas. Además, los soportes y las bases de las alas son de chapas de acero cortadas y donadas por la empresa Akron.

Ariel Muratore, del proyecto Arquitectos Sociales, recordó que el proyecto surgió hace más de dos años en plena cuarentena por el coronavirus: “Nace en pleno encierro, necesitaba distraerme estaba con el diseño de un par de cosas y comencé a dibujar un proyecto que es el de las alas en agradecimiento a las personas que trabajaron y le pusieron el pecho a esta pandemia, médicos, enfermeros, transportistas, docentes, las fuerzas de seguridad y tantos otros”, le dijo a El Periódico.

“El 30 de diciembre de 2020, -continuó Muratore- le enviamos a Gabriela Gaviglio, una de las titulares de la firma Akron, una carpeta con un boceto inspiradas en el maestro Jorge Miró, de México de su proyecto Alas, para que acompañara porque si no nos resultaba imposible concretar esta idea. En febrero de 2021, me llaman para acompañar la ejecución del proyecto. Comenzamos a reunirnos con el equipo de ingenieros de Akron y nuestra gente, a diseñar y preparar la movida”.

En septiembre del año pasado, en el taller familiar de Arquitectos Sociales comenzaron la construcción de las alas. “Este es un monumento para agradecer, porque a los ángeles uno se los imagina en el cielo pero de pronto te das cuenta que a veces están al lado tuyo”, destacó Muratore.

Etapa final

Según Ariel el proyecto se encuentra muy avanzado trabajando en lo que será el soporte de las alas. “Estamos invitando a gente que vengan a hacer su aporte de soldadura. La idea es tocar con el electrodo el acero y dejar un efecto de gota o de lágrima. Pueden representar lágrimas de pena para aquellos que han perdido un familiar o amigo cercano por la enfermedad, pero también es un lágrima de agradecimiento a los trabajadores esenciales”, admitió.

Para Muratore el monumento cumplirá una función interactiva con la comunidad como espacio de encuentro y reflexión. La idea de los Arquitectos Sociales y que presentaron al intendente Bernarte, es poder instalarlo en el Jardín Botánico en cercanías del Superdomo San Francisco, lugar que se convirtió en emblema de vacunación en medio de la pandemia. “Se nos ocurre que ese lugar es de homenaje, el Superdomo queda marcado como el espacio donde se salvaron miles y miles de sanfrancisqueños”, aseguró.

En la parte superior del monumento se colocará una mariposa realizada en chapa que según los realizadores “representa la teoría del caos, que el movimiento de las alas de una mariposa puede genera un tsunami en otra parte del mundo. Lo que quedó demostrado concretamente con un virus en un pueblo que barrió el planeta y, también significa la fragilidad, de la vida humana”, explicó Muratore.

La idea de los Arquitectos Sociales es poder inaugurar el monumento, que cuente con una rampa de acceso, el próximo mes de abril, por lo que esperan la autorización del municipio para instalarlo en el Jardín Botánico.

Construyen imponente monumento dedicado a luchadores y víctimas del Covid-19