La tirantez política entre el kirchnerismo y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, como también la difícil situación financiera de varias provincias gobernadas por justicialistas pueden llegar a convertirse en el centro del debate de la reunión que hoy sostendrá el Consejo Nacional del PJ.

La realización del encuentro había sido puesta en duda ayer a raíz de la suspensión de las actividades por 48 horas de la presidentaCristina Fernández por prescripción médica debido a su estado gripal, pero finalmente fue confirmada anoche por fuentes del propio Consejo Nacional consultadas por este diario.

Quedó en suspenso, en cambio, el encuentro previo que la jefa del Estado iba a tener con un grupo de gobernadores del PJ para darles directivas sobre los pasos a seguir a partir del encuentro del Consejo Nacional partidario. La cita estaba prevista con motivo de una recepción al presidente de Perú, Ollanta Humala. Cristina Fernández, quien hace 19 días recibió la vacuna contra la gripe, regresó el sábado a la mañana de su visita oficial a Angola.

 

Controlen a Scioli. Pospuesta en dos ocasiones, la reunión de los 75 consejeros del PJ se hacía perentoria debido a que el 5 de junio vence el mandato que tiene Scioli como presidente provisional desde la muerte de Néstor Kirchner, en octubre de 2010. También caducan los de las demás autoridades partidarias. En representación del PJ cordobés estará Carlos Caserio.

Las fuentes consultadas por este diario indicaron que en el encuentro de hoy a las 18.30 en la sede del PJ en el barrio Congreso (la última vez que se utilizó fue en mayo de 2008 cuando Kirchner reunió el apoyo partidario en medio del conflicto con el sector agropecuario) se prorrogarán los mandatos hasta marzo próximo.

Con esta decisión, la Presidenta pretende unificar la elección de autoridades partidarias con el armado de las listas de candidatos para las legislativas de medio término de su mandato, el año que viene.

También trascendió que consejeros kirchneristas buscarían reflotar una Comisión de Acción Política que ejerza control ejecutivo del PJ hasta la renovación en marzo. Sería una manera de controlar el margen de maniobra que podría intentar Scioli, sobre todo después de la tirantez política con la Casa Rosada que desató su anuncio de que tiene “aspiraciones presidenciales” para 2015.