El trabajo de investigación sostiene que el 30,9 por ciento del gasto es para alimentos y bebidas, ese nivel ronda el 40 por ciento en los hogares más pobres. Pero en todos los casos, está por debajo de lo que ocurría en 2004 y 2005, ya que en ocho años, pasó del 34,3 por ciento al 30,9 por ciento. La caída relativa es de casi 10 por ciento, pero es todavía mayor (-32,6 por ciento) en el caso de los alimentos para consumir fuera del hogar.

Lo contrario pasa con la plata que se gasta para movilizarse y comunicarse. Además, en los últimos ocho años hubo un marcado avance en la participación relativa del dinero destinado a esparcimiento y a los artefactos para el hogar.

La foto de 2012/2013 indica que un hogar promedio de Córdoba reparte sus ingresos de la siguiente manera.

Alimentos y bebidas. 30,9 por ciento.

Transporte y comunicaciones. 20,1 por ciento.

Vivienda. 10,9 por ciento.

Esparcimiento. 9,1 por ciento.

Indumentaria y calzado. 8,1 por ciento.

Equipamiento y mantenimiento del hogar. 7,6 por ciento.

Salud. 5,6 por ciento.

Bienes y servicios varios. 4,3 por ciento.

Educación. 3,4 por ciento.

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