“A Crónicas de un Milagro, lo escribí desde el corazón para concientizar sobre esta conducta que salva vidas, la idea es abordar este tema de una manera muy humana y no técnicamente, sino dar un relato en primera persona luego de haber visto debatir al menor de mis hijos entre la vida y la muerte quién no tuvo conciencia que usando el casco preservaba su integridad”, explicó Felissia.

“Maximiliano tenía 17 años cuando chocó con otra moto, en la intersección de las calles Sarmiento y Libertad, donde tuvo un gravísimo accidente que lo dejó varios días en coma farmacológico, y que a pesar de lo severo del golpe, hoy no le dejó secuelas, pese a los 44 puntos en su cabeza y una prótesis que reemplaza su parte ósea en el lado izquierdo, un milagro a pesar de que los médicos no nos daban esperanzas de vida”, explicó la madre del joven que fue intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades en nuestra ciudad.