Cedric mejora con el amor de mamá y el apoyo de la medicina
El niño de 8 años padece TGD y viene de llevar a cabo un tratamiento médico en Ecuador, en donde tuvo el apoyo incondicional de su familia y, principalmente, de su mamá.
Llega el Día de las Madres y entre tantas historias de mujeres que enfrentan y superan arduos obstáculos en San Francisco se encuentra la de Luz Herrera, una mujer cuyo resplandor maternal ilumina la vida de Cedric, su hijo de ocho años. A su corta edad, el pequeño sabe que puede encontrar en ella el apoyo fundamental para afrontar su diagnóstico de Trastornos Generales del Desarrollo (TGD).
Cedric, que padece alteraciones cognitivas y neuroconductuales que afectan su crecimiento, tiene en su mamá un faro de amor y apoyo constante. Su diagnóstico llegó después de un largo tiempo, a raíz de algunos signos de alarma que empezó a mostrar el pequeño después de los 18 meses. Y tras mucho investigar, su familia dio con la posibilidad de tratarlo en Cuba. Pero una opción más alentadora, y más accesible, hizo que emprendieran un viaje a Ecuador en busca de un tratamiento médico especializado. Mientras tanto Luz, con un nombre tan acertado, fue la guía del pequeño en esta odisea médica, y en cada paso del camino, su amor y su determinación brillaron con fuerza.
Luz, que acompañó en todo momento a Cedric, se refirió al tratamiento: “En Ecuador el trato siempre fue directo con el doctor y con su hijo, que también es doctor. Allí se le pudo realizar una terapia regenerativa celular. Como cada persona es un caso diferente, ellos las evalúan con estudios y tratan a personas de diferentes edades. La terapia celular regenerativa va recorriendo cada parte del cuerpo paulatinamente, por eso la evolución no es rápida, el proceso es muy lento pero los pasos son precisos”.
Cada avance del pequeño fue celebrado por toda la familia de Cedric e, incluso, por las familias de otras personas en tratamiento. “Fue pura emoción. Mientras esperábamos en la clínica estábamos con diferentes familias y nos fuimos acompañando, éramos como un equipo de motivación. Ver el antes y el después, eso es muy lindo. Lo mismo cuando te van contando sobre otras clases de terapia, otros tratamientos, todavía falta en nuestro país avanzar en discapacidad, en tratamientos para lograr una mejor calidad de vida. Todo lo que sume para mi hijo lo vamos a intentar siempre”.
Los avances de Cedric
Los trastornos generalizados del desarrollo se caracterizan por retrasos en el desarrollo de las aptitudes de socialización y comunicación. Los padres pueden observar síntomas ya en la primera infancia. Pueden ser problemas para usar y entender el lenguaje; dificultad para relacionarse con las personas, objetos y sucesos; juegos poco usuales con los juguetes y otros objetos; dificultad con los cambios de las rutinas o el ambiente familiar; y movimientos corporales o patrones conductuales repetitivos.
“Lo más notable en Cedric fue el sistema nervioso. Podíamos ver que no tenía paciencia, como una ansiedad fuerte. Después de los 18 meses le afectó el habla tremendamente, no podía expresarse, entonces sentía mucha frustración. Le costó muchísimo poder llevar una vida convencional”, recordó su mamá.
En sus avances mucho tuvo que ver el esfuerzo y trabajo de su mamá, aunque ella también destaca el apoyo del equipo interdisciplinario que lo atiende: “Es un trabajo de equipo. No es solamente hacer el tratamiento, sino que es el día a día. Cedric va a una escuela que tiene un equipo hermoso que lo comprende, que lo ayuda, que está siempre acompañándolo. Y no solamente a él, sino a nosotros como papás, trabajando siempre en equipo. Y eso es el resultado del amor, y el amor se siente a través de cada cosa que logramos”.
Agradecimientos
La mujer agradeció a todas las personas que hicieron posible que su hijo haya podido hacer el tratamiento. Cabe recordar, por ejemplo, que hace un año cuando iniciaba la campaña para reunir el dinero que le permitiera costear las intervenciones médicas y los pasajes, la familia necesitaba seis millones de pesos para poder hacerlo. Afortunadamente conseguir ese dinero no fue un dolor de cabeza a partir de que una familia, que decidió mantenerse en el anonimato, decidió donarlo.
También fue solidaria la actitud de la aerolínea que decidió donar los pasajes para que tanto Cedric como su familia pudieran viajar a Ecuador en busca de una mejor calidad de vida.
Asimismo, el acompañamiento hacia la familia también se reflejó cuando un ingeniero y su familia decidieron hacer una bicicleta adaptada para el pequeño, que lo ayuda a trabajar en su coordinación.
“Todo va sumando, todo ayuda, estamos sumamente agradecidos con todos”, sostuvo la mamá, que también destacó la ayuda de la Municipalidad de San Francisco en la gestión del pasaporte, de quienes colaboraron con ventas, con donaciones o con la colocación de alcancías en sus comercios, entre otras personas.
Día de la Madre
Sin dudas, este será un Día de la Madre muy especial para Luz. “Es una fecha comercial y valoro que pueda ayudar a los comerciantes, pero para mí todos los días son el Día de la Madre. Pero éste será completamente diferente gracias a Dios”, dijo.
La mujer destacó la tarea loable de todas las mamás, principalmente de aquellas que luchan para mejorar la calidad de vida de sus hijos con discapacidad o con algún problema de salud: “Ojalá se hable más, no solo de TGD, que es una rama del autismo, sino de autismo severo. Es muy duro pasarlo. Son muchas noches de desvelo, mucha frustración, es muy desesperante. Es muy fuerte lo que pasan. Yo valoro muchísimo y admiro a las personas, mamás, padres y familia, que contienen”.
“Hay muchas mamás y muchos papás solos. Yo tengo la bendición de que Dios me dio el mejor compañero y el mejor papá para Cedric, y tengo la mejor mamá que pude haber tenido, al igual que un hermano presente, tengo esa bendición. Pero hay otras familias que no la tienen y yo las admiro”, agregó.
Y cerró: “A mí me gusta ayudar, me hace bien, así que siempre voy a estar para quien me necesite”.