Luego de presenciar una escena terrible, la del crimen de la “seño Marita”, algunos chicos que concurrían a la guardería de barrio Jardín se fueron integrando a otros establecimientos escolares.

Según pudo conocer El Periódico, hubo algún intento por reabrir la salita pegada a la sede del centro vecinal, donde María Eugenia Lanzetti daba clases y donde la maestra encontró la muerte en manos de su expareja Mauro Bongiovanni.

“Una mamá más”

Así definió a Marita Vanesa Villarreal, la mamá de una nena de 3 años y medio que concurría a la guardería y que ese día presenció lo ocurrido. “Hacía casi tres años que la llevaba al jardín y las señoritas no podían ser mejores de lo que eran. Maravillosas, amables y siempre muy preocupadas por los chicos”, dijo en referencia a Lanzetti y a Belén, la otra docente.

Villarreal agradeció el apoyo psicológico que le brindó a su familia, como a las demás de los niños que presenciaron este hecho, la psicóloga de la Policía departamental: “Tuvimos muy buen acompañamiento y nos sirvió para poder hablarles, responder inquietudes”.

La mujer indicó además que ya ubicó a su hija en otra guardería, junto a otros compañeritos. Al ser consultada sobre si volvería a llevar a la salita de barrio Jardín a su pequeña hija, Vanesa respondió que no: “No por nada en contra del jardín sino por el lugar, para no volverla a exponer a malos recuerdos”.