Días atrás, en el Centro Regional de Educación Superior San Francisco (CRES) se vivió un clima festivo. Los estudiantes de la carrera Diseño Industrial, Emmanuel Badino y Maximiliano Cento, aprobaron su proyecto final de grado junto a once compañeros más. Los alumnos presentaron su diseño como “vehículo terrestre no tripulado para el traslado eficiente de herramientas de rescate en accidentes de tránsito”, al que denominaron HERO, el cual fue ingeniado con la intención de colaborar con las tareas que realiza el equipo de Bomberos Voluntarios.

La idea surgió hace aproximadamente un año cuando los profesionales decidieron comenzar a investigar. En consecuencia, se acercaron al cuartel para charlar sobre el procedimiento de rescate vehicular, temática que resultaba de su interés. A partir de allí, distintos voluntarios fueron consultados sobre sus experiencias y metodología de trabajo. En este marco, Cento aclaró: “Nos dieron un pantallazo y arrancamos con toda la parte de conocer la práctica, cómo trabajan, qué protocolos llevan a cabo, cómo se dividen las tareas, con qué herramientas, eso fue fundamental para poder llevar a cabo nuestro propósito”.

Bomberos y educación pública, buena fusión entre instituciones

El Sargento 1º Matías Melano comentó que el procedimiento ocurre cuando “una persona lesionada, consciente o inconsciente, queda atrapada dentro de un vehículo y como consecuencia el personal capacitado brinda todos sus conocimientos y estrategias para lograr la liberación necesaria de las víctimas.” Además, agregó: “El rescate debe darse en el menor tiempo posible para que el sujeto sea trasladado a un centro hospitalario donde se le pueda dar la atención médica necesaria. Actualmente, el trabajo se hace pensando en sacar el sitio de la víctima, es decir desmembrar toda la estructura si es necesario, pero nos ocupamos de retirar al individuo del auto con el mayor de los cuidados.”

Agilizar el tiempo para rescatar más vidas

Al hacer un relevamiento de los instrumentos y de la técnica llevada a cabo, los estudiantes detectaron que había un desajuste en el tiempo de intervención. “La institución nos abrió las puertas y eso fue muy importante para nosotros. Sabemos que ellos deben actuar lo más rápido posible porque hay una vida en juego dentro del rodado. Localizamos la pérdida de eficiencia en ese momento previo en que trasladan sus herramientas al lado del vehículo para poder interferir”, dijo Badino.

Melano, por su parte, fue la persona que vio el trabajo integrador finalizado. Con una trayectoria de 14 años de servicio, explicó: “Sería de mucha utilidad para nosotros porque una vez ocurrido el siniestro, las herramientas que utilizamos para rescate vehicular se cargan en la autobomba y se bajan una a la vez al lugar del hecho. Además, teniendo en cuenta que no son para nada livianas, pesan entre 20 y 25 kg cada una”.

El vehículo héroe de traslado

Luego de un año, el equipo que conformaron Cento y Badino cumplió su misión y dio origen a Hero, que significa en español “héroe”.

“Arrancamos a la par con Maxi, pasó rápido, muy rápido. Fueron muchas horas de trabajo y sacrificio. Decidimos encarar el trabajo final de tesis juntos porque después de cuatro años y medio de carrera, ya sabíamos cuáles eran nuestras debilidades y fortalezas”, expresó Badino.

En cuanto al vehículo terrestre no tripulado, Cento explicó que está conformado por un chasis estructural de aluminio de fundición por tierra, luminaria led, ruedas a todo terreno, motores eléctricos y batería. Mientras que, en la parte superior cuenta con una estructura para soportar 150 kg de herramientas, ordenarlas y sujetarlas de forma segura. 

“El proyecto está encarado con un fin educativo, pero gracias al desarrollo y al potencial que buscamos es súper viable de realizar. Hemos sacado el costo material de piezas con respecto al precio estándar de las materias primas y es muy asequible. Esperamos seguir informando sobre Hero y encontrar el apoyo de empresas e instituciones”, finalizaron.