Una ironía de la vida. Emiliano Matías Decarli (21) encontró la muerte hace una semana tras una noche de diversión. Como muchos adolescentes y jóvenes concurrió a un boliche bailable del centro de la ciudad y cuando la noche se apagaba también le apagaron la vida. Lo atacó una patota de más de cinco jóvenes y le asestaron una puñalada fatal cerca de su corazón.

La muerte de Decarli no fue una excepción. Mejor dicho no lo fue la existencia de una pelea o riña entre jóvenes una noche de cualquier fin de semana.

Heridos

En la Guardia Central del Hospital Iturraspe atienden alrededor de 30 jóvenes y adolescentes heridos en peleas callejeras o dentro de boliches o pubs. La atención comienza el jueves por la noche, madrugada del viernes y sigue hasta el domingo a la madrugada, según confirmó a El Periódico el doctor Maximiliano Tejerina, jefe de esta área.

Los heridos en riñas ocupan el segundo lugar de atención detrás de los lesionados en accidentes de tránsito cada semana: “No es lo más frecuente los heridos por armas de fuego”, sostuvo Tejerina en relación al trágico caso del último fin de semana. Sin embargo, el médico indicó que “llegan muchos jóvenes con heridas importantes, con sus rostros comprometidos por recibir un botellazo, un ladrillazo u otros elementos cortantes”.

Las víctimas en estos casos son en su mayoría mayores de 18 años, aunque también aparecen menores desde los 15.

Una de las diferencias más importantes si se compara la época actual con hace un lustro atrás, es el aumento del consumo de drogas (marihuana y cocaína) en relación al alcohol: “Cuando esto sucede se trabaja además en contención con el equipo de Salud Mental; a veces los heridos terminan internados en la Unidad de Terapia Intensiva por su estado y para que se recuperen correctamente”, agregó Tejerina.

Muchos en la noche

Según pudo conocer El Periódico, en una noche normal de viernes los bares y boliches pueden registrar un movimiento de entre 800 y 1000 personas, y los sábados de entre 2000 y 2200, que puede estirarse a 3000 si existe algún evento fuera de lo común que pueda atraer más gente de la zona.

Pocos policías

Esta semana asumió como comisario mayor de la Departamental San Justo Ricardo Galarza, quien reemplaza al saliente Adrián Pochettino. El flamante titular de Policía explicó que en los “operativos bailables”, como le llaman a los controles nocturnos durante el fin de semana, se brinda seguridad aunque resulta “poca” debido a cantidad de hechos que se suceden durante las horas de la madrugada.

“Tratamos de que con los recursos humanos que tenemos la ciudad se sienta segura”, declaró Galarza, informando la incorporación de 30 policías nuevos a mediados de este año.

Horarios de boliches, siempre en la discusión

El consumo de bebidas alcohólicas por parte de menores de 18 años y el no respeto del horario de cierre son de las multas más comunes cada fin de semana por parte del personal de Espectáculos Públicos municipal.

El horario de cierre de los boliches es un tema candente desde hace años, con padres que reprochan y piden que corten antes su actividad. Inclusive el municipio trató de regularlo alguna vez pero no lo consiguió.

Un propietario de boliche consultado por este medio aseguró que los jóvenes que asisten a los locales nocturnos están contenidos allí dentro y que los padres y gobiernos deben “aggiornarse” a estos tiempos, aunque sin ser “permisivos”. A su vez apuntó a las fiestas privadas y las previas donde no existe control de ningún tipo, lo que termina estirando la noche ya que los jóvenes ingresan más tarde a los boliches.