“¿Por qué a mí otra vez?”, esa es la pregunta que se hacía Adrián Cravero mientras estaba rodeado de las paredes blancas del área Covid del Hospital J. B. Iturraspe de San Francisco. 

Esta no fue una batalla más para él. Si bien en 2015 peleó por su vida al recibir un disparo en el marco de un asalto que sufrió cuando quisieron robarle la moto, asegura que esta vez fue más bravo porque con el Covid-19 los médicos todavía no tienen solución, y es mucha la incertidumbre que se vive dependiendo de la evolución de cada persona.

“Estoy un poco dolorido, pero es el mismo proceso después de la internación”, comentó Adrián a los pocos días de recibir el alta médica.

“Estuve internado en la Clínica Regional durante tres días y me dieron el alta porque los pulmones estaban funcionando bien. Pero al día siguiente estaba saturando mal otra vez y me llegué al hospital donde me dejaron internado”, manifestó.

“Me controlaron y en menos de 12 horas mis pulmones se habían deteriorado seis veces más de lo normal. Los médicos no entendían por qué”, explicó.

“Tuve miedo desde que entré hasta que salí, porque a mí me sacaron el oxígeno y me tuvieron un día y medio y no me decían si me daban el alta o no”, expresó el vecino de barrio Catedral.

“En el área Covid estás solo con los otros internados. Los enfermeros te ven cada dos o tres horas pero porque tienen que ponerse todo el traje cada vez que entran y después lo tienen que tirar”, comentó destacando la tarea del personal de salud, especialmente del terapista Rodolfo Buffa.

El factor emocional

El integrante de la Filial de River cree que ahora su función es concientizar sobre los cuidados y remarcar que los familiares de los internados estén en contacto permanente con ellos. 

“La única contención que tenés es la familia y los amigos que te mandan mensajes, audios y videos”, sostuvo agregando que “eso es muy importante para poder tener energías y salir adelante”. 

Adrián asegura que las emociones son un factor fundamental dentro del sistema inmune. “Mi familia me ayudó a salir porque me hizo sentir parte de lo que ocurría afuera y estaban al tanto de todo, eso me ayudó a estar vivo y pelearla”, expresó.

“Ahí adentro te sentís solo, porque no sabés si vas a poder volver a ver a tus hijas, a la familia. Por eso le pido a todas las personas que no dejen de contactarse con los internados”, resaltó.

Suero equino dio buen resultado

En las últimas semanas, los profesionales de salud del Hospital Iturraspe comenzaron a aplicar el tratamiento del suero equino hiperinmune para tratar de contrarrestar los efectos del virus en algunos pacientes con Covid-19.

Adrián Cravero manifestó que por lo que le explicaron los médicos, el suero equino le ayudó mucho para mejorar y ganarle al coronavirus. “Ayudó mucho a recuperar los pulmones que estaban muy afectados”, dijo. 

“Probaron con el suero, que son dos sueros cada 24 horas. Pero están probando con esta nueva alternativa y parece que está teniendo buenos resultados”, detalló el joven que pasó por tres respiradores y pero por suerte no llegaron a entubarlo.

Al respecto de este tratamiento, semanas atrás el director del Hospital Iturraspe y responsable del COE Regional, Valentín Vicente explicó a El Periódico: “Es una nueva herramienta más que el Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba ha adquirido a con el fin de ayudar en el tratamiento de pacientes Covid, es un medicamento que todavía está en fase tres de estudio, pero en los primeras aplicaciones que se han hecho ha dado buenos indicios en pacientes que presenta neumonías bilaterales leves a moderadas”.

El peor recuerdo

El 2 de abril de 2015 el trabajador de Coca Cola recibió un disparo en el abdomen cuando dos juveniles delincuentes intentaron robarle su motocicleta y la recaudación en barrio La Florida. En aquella oportunidad, estuvo al borde de la muerte, pero logró salir adelante.

“¿Pensaba, otra vez me toca a mí?, en 2015 salí adelante porque tenía mucha fuerza. Y ahora de nuevo, otra vez tengo que pelearla. Pero por suerte salí adelante y puedo contarla para decirle a la gente lo que viví y lo que me ayudó”, indicó.

A la vez, sostuvo: “En el anterior caso me tenían que operar y sabían de qué. Pero con el Covid-19 no saben, es un día a día. Te pueden tratar de calmar los dolores, te pueden poner oxígeno, pero no saben cómo va a evolucionar el paciente”.

“Siempre me cuidé, y evité juntarme con muchas personas. Mis amigos me decían que era exagerado. Por eso le pido a la gente que se cuide mucho porque no es joda. Y mucho más con la cepa de Manaos que circula en San Francisco, que es mucho más fuerte y contagiosa”, aseguró en base a lo que le mencionaron los profesionales de salud.