Este jueves por la noche llegó una información que tarde o temprano iba a llegar: el primer caso confirmado de coronavirus en San Francisco.

Se trata del odontólogo Carlos Gandolfo, que estuvo en España hace más de 20 días por cuestiones laborales. Al llegar, consciente de que el virus que se volvió pandemia empezaba a expandirse, decidió aislarse en una de las habitaciones –con baño incluido- de su casa para cumplir con las medidas preventivas obligadas, entre ellas no tener contacto con nadie ante la posibilidad de un contagio.

Su esposa, Rosana Aimar, también odontóloga, explicó a El Periódico que su marido “casi estuvo asintomático” y sólo sufrió una tos, por este motivo pidió que le realicen el hisopado. Además aclaró que nunca tuvo fiebre y que desde el primer día que arribó al país, el 16 de marzo, cumplió con las medidas preventivas. Incluso después de los 14 días que implicaba la cuarentena ya que recién este jueves por la noche llegó el resultado de los análisis.

“Se quedó aislado porque seguía con la tos y tomó la precaución de esperar de esa forma los resultados que se terminaron demorando”, indicó la mujer.

Aimar aclaró que su pareja había viajado a Europa por “cuestiones laborales” y que volvió a la Argentina ante esta situación: “Cuando entró al país se informó sobre cómo teníamos que convivir y no tengo contacto con él desde que llegó. Tampoco mis hijos. Siempre estuvo en contacto con su médico para hacer bien las cosas. Hoy se encuentra bien, casi en el proceso de curación”, resaltó.

La odontóloga remarcó que en la casa mantuvieron todos los recaudos y pidió tranquilidad a la gente: “Me gustaría que la gente se sienta tranquila por nuestro caso. Me enojo cuando alguien no cumple la cuarentena, nosotros estamos informados, conozco gente en España que está viviendo momentos difíciles”, señaló. Luego aseguró que cuando su marido llegó de viaje cerraron el consultorio: “Si había un mínimo riesgo, yo no iba a atender”, afirmó.

Por último, Aimar contó la sensación de la familia ante los ataques, desde el desconocimiento, sufridos luego de informarse el caso positivo de coronavirus de su marido: “Afecta que se nos ponga en duda. Pero estamos tranquilos porque Carlos se encuentra bien y es lo más importante. Entiendo a la gente que por temor desconoce situaciones o dice que uno se fue de vacaciones, pero no fue así. Gracias a Dios que es mi marido el caso positivo porque yo sé que las medidas las tomó, en casa nos manejamos desde su vuelta con guantes y con barbijos y evitamos todo contacto. Detrás de un positivo hay una persona, pero la gente a veces no toma conciencia”, cerró.