Con 44 años, Valeria Mazza sigue portando el cetro de la gran modelo argentina. Fue en los años ‘90, la década de las “supermodelos” como Cindy Crawford y Claudia Schiffer, cuando ella inauguró una popularidad hasta ese momento inédita para una mannequin en Argentina y se subió a un podio del que nunca fue relevada. Desde entonces, el país siguió exportando numerosas top a las más exigentes pasarelas internacionales, pero ninguna logró convertirse en una figura con el alcance de Mazza, ni calzarse el traje de celebrity internacional o diversificar su carrera en tal gama de vertientes.

Valeria pasó este jueves por Córdoba, como madrina de Desfile Real, el show de moda organizado por la Municipalidad de Córdoba. Con entrada gratuita y un fin solidario, el desfile hizo  foco en la belleza real, y subió a la pasarela a numerosas figuras que trascienden el ámbito de la moda. Momentos antes, con gran calidez y simpatía, Valeria dialogó con Musa.

Sos hermosa y construiste una carrera sobre tu imagen, pero tenés un aspecto natural “sin cirugías”, ¿es una toma de postura? 

Entiendo que en el mundo de la moda es tan importante la belleza y lo estético, pero para mi esto fue siempre mi trabajo. Valoro otras cuestiones cuando me corro de él. Veo que tantas mujeres están desesperadas por parecerse a una foto, que por otro lado es bastante mentirosa porque hay tanto photoshop o filtros en la televisión, y me parece importante remarcar otros valores, otros temas. Si bien lo estético es lo primero que se ve creo que una mujer segura, con personalidad, feliz e inteligente es terriblemente atractiva e interesante.

¿Tenés algún lazo permanente con Córdoba? ¿Familia, una casa en las sierras? 

He venido muchas veces por trabajo, sobre todo a la ciudad, también fui mucho a Calamuchita a casa de unos amigos. Pero no tengo casa ni familiares. Alejandro (Gavier, su esposo) vino el año pasado a hacer una gira de rugby con dos de mis hijos y estuvieron en Carlos Paz, los llevó a ver el Cucú. Aún recuerdo cuando de chica me llevaron a verlo, a esperar que salga (dice entre risas). Cuando no hace mucho se rompió o lo robaron le contamos a mis hijos y fue como una gran preocupación, un drama.

Seguís siendo la gran “supermodelo” argentina. ¿Por qué creés que hoy no hay relevo en ese tipo de figura, a pesar de que algunas argentinas son top internacionales? 

Son diferentes épocas. En los `90, cuando hice mi carrera, la moda estaba de moda, y con ella las modelos. La prensa hablaba de ellas, de los diseñadores, aparecieron las supermodelos, empezaron a ocupar otros lugares como la conducción, el cine, etc. Eso fue cambiando. Y hoy incluso muchos espacios que eran exclusivos de las modelos están ocupados por personas del espectáculo y el deporte. Messi hace publicidades, por ejemplo. Antes era impensado.  Mica Argañaraz (la modelo con mayor éxito internacional hoy), por ejemplo, hizo muchísimos desfiles en las últimas semanas de la moda de París, Milán, etc. Y acá en Argentin se sabe poco de ella, no es nota. Por ahí es más nota qué se puso tal, o quienes van al Bailando…

Hoy muchos dicen “quiero ser famoso”, como si fuera una ocupación y no una consecuencia de un trabajo bien hecho, de una capacidad. Ser famoso no es un trabajo. 

¿Te gustan las redes sociales? ¿Las usas vos personalmente? 

Tengo Twitter (@valeriamazza) desde hace muchísimos años, creo que fui una de las primeras en Argentina en abrir una cuenta porque un amigo brasilero que es un conductor famoso me lo aconsejó.  Pero lo uso desde hace unos cuatro años, publico cosas de mi trabajo, de mamá orgullosa; pero no soy de decir cada cosa que hago, eso de “hola buen día, salió el sol, foto, me tomo unos mates, foto, me voy a gimnasio, etc.” Eso me parece un plomazo y dejo de seguir a quien lo hace. También tengo Instagram. Yo soy la única con acceso a mis cuentas, escribo yo.

¿Y Facebook? 

No tengo, aunque hay muchos perfiles con mi nombre. Es gracioso porque hay uno que publica fotos mías tan lindas que ni yo tengo, me dió mucha curiosidad averigüé quién lo mantenía y lo conocí, era un fan, una maravilla. 

Fuente: Musaargentina.com.ar / F. Ripoll.