Ya son más de 50 los espectáculos que, en nueve años, el director Adrián Vocos produjo y dirigió en la ciudad y la región.

"Aproximadamente en el 99 comencé formándome en danzas folklóricas y tango, luego a los 10 años comencé a formarme en teatro en los talleres municipales hasta el 2005. En 2006 llegué a la ciudad de Córdoba para estudiar cine y televisión en la Universidad Nacional de Córdoba pero la carrera, por su contenido práctico, era muy costosa y ahí fue donde luego me pasé a la escuela integral de teatro Roberto Arl con ingreso eliminatorio, el cual pude sortear gracias a los conocimientos que ya tenía desde muy chico", contó.

Vocos agregó que permanecer tres años en esa institución lo obligó a trabajar en paralelo para poder vivir y estudiar: "Eso me llevó a tener tres trabajos casi en simultáneo: a la mañana trabajaba en un centro de copiados, a la tarde trabajaba para Jorge Zapata en Telemanías actuando en tele y escribiendo los sketchs del grupo 'El Agite' y los espectáculos de gira; y los fines de semana trabajaba para Cartoon Network animando shows con los personajes de la época. Ganaba muy poco pero lo suficiente para costear estudios, pensiones y comida, aunque ganaba todo aquello que la facultad no suele brindar, la experiencia". 

Así fue que a finales de 2009 presentó una obra escrita por él a un festival de teatro en Córdoba que ganó el primer puesto en Ciudad De Las Artes: "Eso me hizo dar cuenta que escribiendo podría 'comer' y seguir insistiendo hasta tener una mejor oportunidad".

"Luego, de entre 500 aspirantes de un casting quedé seleccionado en un grupo de 20 para hacer funciones en La Vieja Usina con Pepe Cibrián Campoy en la gira de Otelo. A Pepe le gustó este grupo de 'los 20' y nos invitó a tomar clases con él en Buenos Aires. Y allí fui para ser nuevamente seleccionado para 'Las Mil y Una Noches' u 'Otelo'. Al momento de decidir, preferí 'Otelo' y fue mi primer contrato como profesional con sueldo pago en calle Corrientes, actuando en el teatro El Nacional por tres meses de martes a domingo, doble función los sábados y cobrando en la Asociación de Actores", añadió.

Finalizando ese proyecto, llegó uno nuevo, más intenso. "Luego hicimos gira y como todo lo que comienza en esta profesión, luego finaliza, pasé a trabajar al Complejo La Plaza por tres años ininterrumpidos haciendo espectáculos infantiles con la compañía de Mahler, Veronesi y Espada. A veces en vacaciones hacíamos 16 funciones en una sola semana. Era agotador, se trabajaba con frío, calor, enfermo, y hasta llegué a hacer tres obras el mismo día, pero uno se curtía", valoró.

La independencia

La independencia llegó poco después: "El paso a independizarme fue cuando decidí dejar esa vorágine para seguir formándome y producir de forma independiente. De día estudiaba en el complejo teatral de Buenos Aires, en el San Martín, y de noche ensayaba con una compañía que armé con amigos 'A la de tres', que se estrenó en calle Corrientes en el sótano del teatro Liberarte, debajo de una librería. Con esta obra seleccionamos en Colombia al Festival de Medellín lo que me dio como aventura hacer dos meses de gira por aquel país donde lo que se ganaba en función era para comer y seguir moviéndonos". 

"Luego vino 'La pena de Shakespeare', otra obra que seleccionó por mí autoría en el festival de teatro 'Por la Identidad' y donde pudimos ponerla en cartel ya en una sala mucho más comercial, en el teatro 'Sha' y teníamos como sala de ensayos la Universidad de Palermo. La obra salió luego de gira y yo, ya un poco más estabilizado económicamente, me pude pagar maestros particulares como Pompeyo Audivert o en su momento a Lito Cruz o Cristina Banegas", sumó Vocos. 

El director recordó que Cibrián Campoy insistió en que dejara de formarse para dedicarse a formar actores y así cumplir su sueño de tener una compañía profesional: "Me dijo 'dejá de buscar maestros, es tu momento de formar'. Yo quería un espacio propio, quería mí compañía oficial, y qué mejor que en San Francisco dónde era necesario irse para poder regresar".

El camino hacia la compañía

En 2012, Vocos comenzó a venir a San Francisco a dar seminarios. "Con la gente que formaba hacía algunos shows de teatro, música. Luego vine más seguido, porque de tener cuatro alumnos en un galpón pasaba a tener 20 y así, hasta que pasaron dos cosas fundamentales: la ciudad resurgía con el teatro y yo me enamoraba, y eso fue suficiente para apostar aquí", recordó.

"Ya hace nueve años que estoy en la ciudad desde la formación y la producción, ese sueño bastante lejano de preadolescentes, con 52 espectáculos que han dado un sin fin de semilleros de actores, récords de espectadores, cientos y cientos de funciones y nos pudimos dar el lujo de pisar una enorme cantidad de salas. Hemos ganado premios e incluso hemos hecho históricas temporadas en Carlos Paz en salas pequeñas, medianas y grandes", valoró.

La pandemia no frenó la pasión

"La pandemia no fue excusa para dejar de existir y la virtualidad fue un motor de superación personal y grupal con los diferentes alumnos", aseguró el director teatral.

En nueve años, el director Adrián Vocos produjo y dirigió 52 espectáculos en la ciudad y la región

En plena pandemia, la compañía puso en escena tres espectáculos en cartel con el temor al rechazo del público: siempre se trabajó con aforo completo. "La necesidad cultural era más que obvia", sostuvo Vocos.

"Actualmente con las nuevas restricciones me toca formar a 90 alumnos desde casa pero con el entrenamiento ya perfeccionado para cada ocasión y esperando que los días pasen para volver a nuestro estudio a seguir experimentando y dejando a punto nuestros nuevos espectáculos: 'Bajo Terapia', 'La Feria del Plato', 'Cuchara de Madera', 'Match de impros' y 'Chau Señor Miedo' más la única que sobrevive en cartel 'La Casa de Bernarda Alba'", enumeró.

Los proyectos, son aún más enormes: instalar una compañía en Buenos Aires y, por supuesto, dirigir en el teatro San Martín en la calle Corrientes. 

Para formar parte

Interesados en sumarse en junio a las clases pueden contactarse al teléfono (03564) 15418285. Las mismas están dirigidas a personas de todas las edades y niveles. Todas las clases son dictadas por Adrián Vocos.