Tras los primeros meses de la gestión de Javier Milei, las posturas parecen divididas dentro de la Unión Cívica Radical (UCR) respecto al rol de este partido en la nueva etapa política del país. Esto se vio reflejado con la votación dentro del Senado en el rechazo al megadecreto presidencial, lo que generó un revuelo por la posición en minoría dentro del bloque propio del presidente nacional del partido, Martín Lousteau

Desde el radicalismo cordobés, uno de los referentes que salió a respaldar la decisión de Lousteau, fue el legislador provincial Dante Rossi. Y a nivel nacional fueron varios los dirigentes históricos que apoyan a Lousteau, a diferencia de la mayoría de los gobernadores de la UCR. Uno de ellos fue Ricardo Alfonsín, dirigente con trayectoria y apellido de peso dentro del radicalismo, y que en el Gobierno de Alberto Fernández fue también embajador en España. 

Alfonsín dialogó con El Periódico y dejó en clara su postura crítica a las políticas que impulsa Javier Milei y también respecto al apoyo que brindan algunos sectores del radicalismo a La Libertad Avanza. Además, reiteró su rechazo a mantener una alianza con el Pro, el partido que volverá a presidir Mauricio Macri.

Se han cumplido 100 días del comienzo de la gestión de Javier Milei al frente del Gobierno nacional, ¿cómo evalúa lo realizado en estos primeros meses y qué panorama cree que tendremos en el famoso segundo semestre?

Está ocurriendo lo que decíamos en la campaña que iba a ocurrir. No podíamos demostrarlo entonces, teníamos que remitirnos al pasado y a veces el pasado no tiene tanta fuerza probatoria. Pero decíamos en la campaña que si ganaba La Libertad Avanza y se aplicaban las políticas que estaban planteando a la sociedad, o si ganaba Patricia Bullrich, que no tenía políticas tan diferentes a las que proponía La Libertad Avanza se generarían muchos problemas que lejos de resolver los problemas de los argentinos, sobre todo los de las clases medias, las clases trabajadoras, los de los jubilados, los problemas vinculados a la educación y salud pública; lejos de resolverlos se iban a complicar. Eso es lo que está ocurriendo y si no hay un cambio de política van a seguir complicándose. Espero que el Presidente entienda que si bien ganó las elecciones no tiene mayoría en las cámaras, tiene que negociar y tal vez si se abre algo pueda ver muchas razones que le demostrarían que es necesario introducir cambios en la gestión

La semana pasada también hubo bastante revuelo con la posición del bloque del radicalismo en el Senado ya que votaron divididos. El presidente del partido votó en minoría dentro del bloque en contra del DNU. ¿Qué opina de esa decisión de Lousteau?

Comparto la posición del presidente del partido, que además era la posición o la instrucción que había dispuesto el Comité Nacional y la mesa de la Convención Nacional, votar en contra del DNU por ser manifiestamente inconstitucional. Tengo grabados en la memoria los discursos que hacían las distintas fuerzas políticas de Juntos por el Cambio acerca de de la necesidad de ser muy respetuosos con la Constitución, con las instituciones. Se rasgaban las vestiduras en el altar de la República y daban lecciones acerca de lo que debería ser la división de los poderes. No sé con qué argumento pueden ahora justificar la aprobación a un DNU que probablemente desde 1994 sea el más inconstitucional que haya existido.

¿Le preocupa esa división dentro de un mismo bloque?

No entiendo cómo pueden votar este DNU contrariando además lo que dispuso el Comité Nacional quienes habían sido tan exigentes, y eso estaba muy bien, con la Constitución y la división de los poderes. Y en contra de lo que eran sus posiciones hasta antes de que ganara La Libertad Avanza. Después, el partido se ha provincializado, se ha personalizado, en el sentido de que preocupan más los intereses personales y políticos que el interés general. Está bien que se defiendan los intereses de las provincias pero de ninguna manera esto puede justificar sacrificar convicciones de lo que es bueno o malo para el país. Lo mismo pasa con los municipios, a veces los partidos se municipalizan, se desentienden de lo que se a decide en la provincia o a nivel nacional. Eso es lo que está pasando con la Unión Cívica Radical ahora.

Y aparte de la votación de la semana pasada en el Senado, ¿cuál cree que usted que debería ser la posición que tendría que adoptar el radicalismo en este momento del país?

Por supuesto que lo que creamos que está bien tenemos que acompañarlo y a lo que creamos que está mal nos tenemos que oponer. Me parece que lo que dicen algunos radicales de que tenemos que apoyar el cambio no es sostenible. Primero que digan qué cambio, porque no se puede apoyar un cambio que es malo para el país. Se podría decir que esto es muy malo para la mayoría de los argentinos pero lo vamos a votar igual porque porque el Gobierno no tiene mayoría y quiere que lo votemos, se podría utilizar como argumento para justificar un voto en una dirección que uno cree que no es buena para el país, porque es lo que quiere el Gobierno. ¿Pero cuándo se utilizó este argumento para fijar posiciones en el Parlamento? ¿acaso cuándo había ganado Alberto Fernández decían que había que votar todo lo que Alberto Fernández quisiera? Al contrario, hubo oposicionismo. No digo que hagamos eso. Que le digan a la sociedad qué tipo de reforma laboral quieren, qué tipo de cambio quieren. Y tendrán que reunir las mayorías, pero no buscar acompañamientos por parte de quienes piensan que eso malo para el país.

Usted menciona que la mayoría votó un cambio y hoy la promesa es que tenemos que estar mal para después estar bien. Algo que se utilizó muchas veces en el sistema político argentino. ¿Cree que eso se puede lograr de esta manera?

Los neoliberales que crean que lo mejor que le puede pasar a la economía de un país es que el gobierno no se meta, que la política no interfiera para nada, que acompañen esta política. Pero los que no, no pueden acompañarlo. Me gustaría preguntarle a las fuerzas de la oposición amigable cuando dicen que hay que acompañar cambios, ¿qué cambios concretamente? Simplemente utilizan este este título la sociedad votó un cambio y hay que acompañar a la sociedad. ¿Si mañana pide la pena de muerte vamos a acompañar también? Que sean transparentes cuando se dirigen a la sociedad y no solamente los radicales, todas las fuerzas políticas.

¿Cuál piensa que va a ser su tarea dentro del radicalismo?

Yo he venido diciendo desde hace ya tiempo que si el radicalismo no revisa su alianza con la derecha, si el radicalismo pretende seguir siendo la expresión de la derecha en la Argentina, yo no voy a militar en este partido. Ahora el acuerdo con el Pro se ha roto de hecho, no hubo una decisión formal a partir de la cual se dejó sin efecto la alianza que se había celebrado en 2015. Ni siquiera se ha roto por responsabilidad de la UCR, ha sido el Pro el que ha hecho y dicho cosas que no pueden sino tener como consecuencia la ruptura de la alianza. Creo que hay algunos que están queriendo recomponer esa alianza, especulan con la posibilidad de que Macri no logre integrarse al Gobierno o fusionarse con La Libertad Avanza. Y entonces podría intentar la recomposición de la alianza con el radicalismo y luego juntos intentarían aproximarse al Gobierno de Milei. Si eso es lo que van a hacer, no es lo que quiere el Comité Nacional, ni muchos radicales ni la Convención Nacional. Si van a hacer eso yo no voy a seguir militando en el partido. Ya han pasado 10 años, me parece que podemos hacer una evaluación acerca de si el acuerdo que hemos celebrado en 2015 fue bueno para el país y para el partido. Y creo que la conclusión es obvia: no fue bueno ni para el país ni para el partido. No tenemos candidato a Presidente desde 2011. Yo voy a trabajar para que se imponga la postura del presidente Martín Lousteau. Si no, seguiré trabajando por las ideas radicales desde un espacio que no se podrá llamar radical pero que será el que auténticamente defiende la identidad y la razón de ser de la Unión Cívica Radical.