Estudiante de UTN San Francisco que viajó a Alemania destacó el nivel de la universidad pública
Se trata del estudiante de Ingeniería Electromecánica, Nicolás Gallotto, que retornó del país germano donde estuvo participando de un programa de intercambio. El joven permaneció en aquel país durante un año, donde llevó a cabo estancias combinadas de estudio y práctica laboral.
Días atrás, el estudiante de Ingeniería Electromecánica de la Facultad Regional San Francisco de la UTN, Nicolás Gallotto, retornó de Alemania donde estuvo participando del programa de intercambio UTN-DAAD.
Gallotto viajó en julio de 2023 y permaneció en aquel país durante un año, donde llevó a cabo estancias combinadas de estudio y práctica laboral.
De regreso, compartió la experiencia que desarrolló en el ámbito universitario así como en una empresa internacional, donde se desempeñó en el área de ingeniería mecánica.
Experiencia laboral
En una entrevista anterior, Gallotto había contado cómo había sido su experiencia académica, la cual comprendió dos meses de estudios en el Instituto Goethe en Göttingen, y una formación en la Universidad de Colonia, específicamente en la facultad de Gummersbach.
Pero durante su estancia, el joven también realizó una práctica en Brückner Maschinenbau, una firma que elabora equipos para fabricar películas plásticas, ubicada cerca de Múnich, donde trabajó en el área de ingeniería mecánica.
“Esta empresa es líder mundial en lo que hace. Fabrican una serie de máquinas para procesar polímeros. Es una máquina que tiene unos 45 metros de ancho por unos 90 metros de largo. Además, están enfocados en el mundo del reciclado. Y el nivel tecnológico que manejan es impresionante”, sostuvo Gallotto.
El estudiante estuvo trabajando, primero, dentro del área de Ingeniería Mecánica, pero a partir de su nivel, y tras conocer el plan de estudios de la carrera, comprendieron que los conocimientos de Gallotto eran más avanzados y lo derivaron a un centro de desarrollo y tecnología.
“En este centro de pruebas probábamos diferentes elementos, buscábamos conocer las propiedades mecánicas y los límites que cada una de estas piezas podía soportar. Luego, los últimos dos meses, me enfoqué en trabajos de desarrollo e investigación en conjunto con otras personas del Departamento de Ingeniería Mecánica”, detalló.
Seguidamente agregó: "Ellos tomaban problemas o falencias que los clientes les hacían conocer y se comenzaba con un proceso de investigación del origen de estos problemas para poder comprenderlos, analizarlos, desarrollarlos y poder solucionarlos en un futuro. Todas las semanas teníamos personas altamente experimentadas y capacitadas que nos guiaban el camino de nuestra investigación. Ahí pude aplicar muchos de mis conocimientos y estudios, además de profundizar muchos otros. Un gran desafío fue el vocabulario técnico en alemán, cada dia intentaba ampliarlo y mejorarlo, pero hubo veces que me excedía y terminábaos comunicándonos en inglés”, agregó.
Balance de la experiencia y proyectos a futuro
Sobre el final, Gallotto llevó a cabo un balance general del viaje. Sobre la cuestión académica, sostuvo que el nivel en Alemania es semejante al de las universidades argentinas: “La forma de estudiar de ellos es un poco diferente. Ellos hacen como una ingeniería de base, que nosotros llamamos materias básicas: ingeniería, matemática, física, álgebra. Después eligen por qué rama ir”.
“Nosotros teníamos un mínimo de materias para hacer y aprobar, y a partir de ahí podíamos hacer lo que quisiéramos para nuestro crecimiento. En esos cursos nos pusieron al nivel del primer año de su especialización. Y pese a que no todos estábamos en las mismas universidades, ni en las mismas ciudades alemanas, nos pasó lo mismo, que nos sentimos seguros y que muchas cosas ya las habíamos visto”, reconoció.
En cuanto a lo profesional, recordó que no todos los trabajadores eran ingenieros, aunque sí había personas muy especializadas en un tema: “Ellos son muy buenos en algo en particular, tienen sectores muy divididos dentro del departamento. Pese a ello, podía llevar las actividades adelante sin ningún problema”.
En esa línea, Gallotto subrayó que el trabajo terminó siendo una práctica académica a la que consideró “muy importante”. “Fue una muy buena decisión no volver a hacer otro semestre”, destacó, haciendo referencia a que podía optar por esa opción o por elegir trabajar.
“Sumamos muchísima información. Ellos no tuvieron problemas en abrirse. Para mí era un ambiente totalmente nuevo, un rubro que no conocía, y fue realmente muy valioso poder aprender de una empresa de ese nivel y con tanta tecnología”, agregó.
En el final, y en líneas generales, opinó: “El mayor de los crecimientos fue el personal, pero también terminó siendo una experiencia académica y profesional”.
“Los dos primeros meses uno tiene más contención, porque está junto a otros argentinos y latinos, entonces se hace más ameno. Pero cuando te vas a la universidad con suerte podés encontrar algún latino. Ya tenés que empezar a desenvolverte solo”, reflejó.
A la vez, sumó: “Lo cultural también es para destacar, porque no solamente conocés la cultura alemana, sino que al estar en otras ciudades te vas haciendo una idea de cómo es cada país, cómo funciona y lo que cada uno tiene detrás”.
Para cerrar, y dejando un consejo a quienes pudieran aplicar a la misma beca en un futuro, manifestó: “Hay que animarse. Para muchos de los chicos del grupo era la primera vez que salían del país, la primera vez que se alejaban de la familia por mucho tiempo, y tenían muchas dudas. No sabían con qué se iban a encontrar, pero terminaron contenidos. No estás solo”.
“Además, uno termina formando muy buenas relaciones, la experiencia vale la pena un ciento por ciento”, concluyó.
Vale destacar que el estudiante, que a mediados de noviembre finalizará de cursar la Ingeniería Electromecánica, ya tuvo varias entrevistas de trabajo. Pero postergará sus proyectos laborales para un viaje personal a Estados Unidos en las próximas semanas. Al regreso, sostuvo, se abocará también al trabajo final.
Sobre el Programa UTN-DAAD
El Programa UTN-DAAD es una propuesta que permite que todos los años estudiantes de UTN de todas las Facultades Regionales del país puedan realizar una experiencia tanto académica como laboral en universidades de Alemania.
La finalidad del programa es crear la base para la cooperación a través de la cual estudiantes de ingeniería argentinos con desempeño académico destacado, realicen estancias combinadas de estudios y prácticas en Instituciones de Educación Superior y en empresas o institutos de investigación alemanes.
El proceso de adjudicación de la beca tiene un periodo de dos años, en donde se deben atravesar 4 etapas: preselección, evaluación de proyectos, examen de idioma alemán y selección.
La UTN y el DAAD se encargan de financiar los gastos básicos de manutención en Alemania y el dictado de dos cursos de idiomas alemán en el año que se realiza el intercambio.