San Isidro se recuperó de su traspié en Córdoba con un contundente triunfo ante un débil Oberá de Misiones y continúa firme en lo más alto de las posiciones. 

El primer chico arrancó disputado. El local hacía fuerza en la zona pintada con Gastón Essengue mientras Pablo Rizzo (21 puntos) y compañía se la rebuscaban para contener al camerunés.  En ese lapso aparecieron los triples de Martín Ghirardi (4 triples en el juego) que pusieron en ventaja a San Isidro. Los misioneros sufrieron la expulsión del experimentado Lucas Gornatti, que abandonó la cancha con dos faltas antideportivas y la visita lo sintió. El jugador terminó viendo el partido en zona de prensa, comentando el encuentro para una radio de Misiones.  El primer cuarto quedó para San Isidro 17 a 12.

En el segundo segmento Los Halcones comenzaron fallando mucho (quedó en 17 durante 5 minutos), sobre todo desde tres, y sin ideas para quebrar la defensa zonal que imponía Oberá. La visita se animó más por empuje y deficiencia del local que por virtudes propias. Bianco se presentó con la mejor jugada del partido, y las cosas se pusieron parejas.

Pero eso fue solo un rato.  Apareció el juego colectivo del local, con el relojito Essengue haciendo daño desde la zona pintada y Ghirardi desde afuera.

En el segundo tiempo solo hubo un equipo en cancha. En el tercero le sacó 15, y en el último lo aplastó  con una diferencia de 25. Por el juego colectivo, por el reparto del goleo  y por pasarse bien la pelota, fue triunfo de San Isidro, hoy cómodo puntero.