La mano derecha del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, asistió a una jornada organizada por la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y aseguró que el Gobierno “tiene claro” lo que está pasando en el mercado de cambios.

Paglieri reconoció que “cuando faltan dólares hay corridas” y aseguró que, ante eso, el Gobierno “no va a hacer otra cosa que sostener el modelo económico”.

“El interés general está basado en que no fabricamos dólares y entonces los logramos exportando o cuidándonos de las importaciones”, dijo, para justificar el cierre parcial de importaciones impuesto por su área.

Paglieri no dejó pasar la ocasión de instruir a los periodistas: “De ninguna manera. No creo que sea una pregunta que ayude al ánimo de construir y tener un equilibrio en el comercio”, afirmó la funcionaria ante la pregunta de un periodista sobre si el Gobierno pensaba adoptar medidas en el mercado cambiario.

Ayer, el dólar paralelo o “blue” se disparó hasta 6,14 pesos, poco después de que un operativo conjunto de la Afip y la Policía Federal clausuraran en la Capital Federal dos “cuevas”, como se conocen los lugares en los que se cambia dinero sin estar legalmente habilitados para hacerlo.

De esta manera, el paralelo se disparó hoy un 3,5 por ciento respecto de los niveles de cierre de la víspera, llegándose a pactar a 6,14 pesos, casi un 37 por ciento más que el precio fijado en las casas de cambio del microcentro porteño, pero que casi no operaron, al igual que las de Córdoba, dado que siguió vigente el rígido límite que impuso la Afip a los ciudadanos en general para adquirir legalmente la divisa en las últimas dos semanas.

El dólar del ahora eufemísticamente denominado “mercado único y libre de cambios” subió un centavo y se ofrece a 4,49 pesos. Pero muy pocos lo pueden comprar.

La disparada del dólar paralelo ocurrió poco después de que la Afip diera a conocer la clausura de dos “cuevas” que ofrecían dólares a seis pesos.

En el procedimiento intervinieron agentes encubiertos, lo que hasta ahora no había sucedido. Los funcionarios constataron que “ambas ‘cuevas’ realizaban venta de dólares sin la documentación correspondiente y sin la autorización del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para operar como casa de cambio”.

Los agentes encubiertos comprobaron la comercialización de las divisas “sin la entrega de comprobante alguno. Es decir, absolutamente fuera del circuito legal”, indicó la Afip en un comunicado.

La visión de Paglieri no fue compartida ayer por otros economistas, que renovaron sus críticas a la política cambiaria oficial y reforzaron las advertencias sobre las consecuencias que tendrá sobre el desarrollo de la actividad. Hasta el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires manifestó su “preocupación” por la situación.

El economista Gabriel Rubinstein sostuvo que la “Argentina está muy entusiasmada con su política proteccionista, entonces es difícil que haya buenas soluciones”.

A su vez, el ex presidente del Banco Central durante la presidencia de Eduardo Duhalde, Aldo Pignanelli, afirmó que “el fondo de la cuestión es la inflación” porque “si hubiera equilibrio fiscal y no se estuviese emitiendo al 40 por ciento anual y el gasto no aumentara al 34 por ciento anual, este problema no existiría”.

Por su parte, la vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, advirtió que a la administración que encabeza Mauricio Macri le “preocupa lo que pasa con la economía” y reclamó “reglas claras de funcionamiento”. Vidal recordó que “lamentablemente, en el pasado, estos episodios siempre nos llevaron a un lugar para peor, no para mejor”.