Sebastián Scolari cerró un año sumamente positivo en Central Córdoba de Santiago del Esteros, donde encabezó un proyecto deportivo que tiene como objetivo potenciar las divisiones formativas del club para nutrir a la primera división.

Algo parecido al camino elegido por Sportivo Belgrano, solo que el "Ferroviario" lo hace con el anhelo de asentarse en la Liga Profesional de Fútbol y de poder explotar el potencial que tiene el fútbol santiagueño.

En diálogo con El Periódico, Scolari contó que cerraron un 2021 muy bueno donde pudieron incorporar muchos juveniles, trabajar en un nuevo predio y conformar un gran staff de profesionales. Después de una visita casi fugaz a nuestra ciudad, el sanfrancisqueño ya se encuentra en Santiago encarando la pretemporada de reserva y planificando un 2022 lleno de desafíos.

"Para nosotros fue un año muy positivo, somos una institución bastante nueva en cuanto a competencias de divisiones inferiores de AFA, donde llevamos apenas un año y medio. Incorporamos alrededor de 87 jugadores en el año, la mayoría son del interior de Santiago del Estero y algunos de otra provincia, pudimos armar nuestro propio pedio con 12 canchas, donde cada categoría trabaja con su técnico, ayudante de campo y profe; con médicos, ambulancia, kinesiólogos, nutricionista, asistente social y psicólogo", explicó.

Y agregó: "En cuanto a resultados hay un diferencia que es normal con otros clubes que vienen haciendo las cosas bien desde hace mucho años, pero pudimos ser protagonistas y competitivos a la medida que podemos".

"Tenemos alrededor de 50 personas trabajando en el staff y casi 390 chicos trabajando en el club", comentó Scolari.

- ¿Cuáles van a ser los objetivos en 2022?

La idea es seguir mejorando el área de capacitación de los entrenadores para enseñarles mejor a los jugadores, darles experiencias enriquecedoras. Hay chicos de Santiago que era la primera vez que viajaban a Buenos Aires, a Mar del Plata, a Santa Fe y ahí esta el enriquecimiento, poder jugar con esas instituciones que llevan un tiempo prolongado de trabajo y poder alcanzarlos.

Paralelamente el objetivo nuestro no son los resultados deportivos sino poder promover jugadores a la primera división y en ese aspecto fue muy positivo el cierre del año porque pudimos subir a Agustín Gallo, delantero de la reserva que debutó e hizo el gol ante Sarmiento de Junín, después fueron al banco de suplentes José Gómez, Diego Vázquez, Julián Lobelos; también subimos a tres chicos al plantel profesional para que entrenen con primera y queremos seguir por ese camino.

- ¿Cuánto condiciona el hecho de que la primera tenga que pelear la permanencia?

Creo que Central Córdoba al estar un año y medio en primera división debe establecerse, uno o dos años mas, y después pretender otros objetivos. Esa zona de permanencia es difícil poder transitarla porque se corre el riesgo de descender, pero Central terminó con 7 equipos abajo en el promedio, fue un año algo irregular en la primera parte y en la segunda parte mas regular. Acomodar el club va a ser complicado porque ya se declaró que va a haber cuatro descensos, pero esa es la lucha y el objetivo, se trabaja todos los días con un apoyo dirigencial muy importante, con gente de la ciudad porque tener un club de primera división nos enriquece a todos.

- ¿Cuánto cambió Santiago en los últimos años con el éxito que tuvieron los equipos locales en el fútbol argentino?

Santiago creció muchísimo en los últimos dos o tres años a través de Central Córdoba, Güemes, Mitre, creo que hay dos factores muy importantes, primero lo deportivo, tratar de tener buenos entrenadores, gente capacitada y apostar por el fútbol santiagueño y después hay una parte paralela que es la infraestructura que ha ayudado mucho, seguir construyendo predios, lugares de entrenamientos, gimnasios acordes a una primera división, aggiornarse. Se hizo un estadio muy bonito donde puede jugar la Selección y donde se jugaron las finales de Copa Argentina y Supercopa, eso va enriqueciendo y subiendo el nivel.

- ¿Cómo te sentís vos con este gran desafío?

He cambiado mucho de roles en el futbol, eso em da experiencia y sigo aprendido todos días, coordinar las inferiores es un trabajo duro, arduo donde hay que tener mucha paciencia, no es fácil trabajar con jóvenes, enseñarles que el futbol está en la cabeza y no en los pies, trabajar en el desarrollo de las etapas sensibles de ello para que sigan creciendo, es un desafío muy grande que lleva mucho tiempo. Uno lo hace con mucho amor y dedicación, me siento bien, contento y muy identificado con este proyecto, no sé si voy a estar presente, pero me gustaría algún día prender la tele, ir a la cancha y ver jugar en primera a un jugador que uno pudo formar durante varios años, creo que es la satisfacción mas linda que te puede dar esta profesión, es el motor que empuja y que ayuda a los sueños. No todo es fácil porque hay que aportar mucho sacrificio, actitud, estar lejos de la familia, de las emociones, de los sentimientos y de los amigos, pero también hay un amor que uno tiene por esta profesión.

- ¿Cómo se trabaja en un proyecto con este en un sociedad y en un fútbol que exige resultados inmediatos?

Poniendo objetivos a corto, mediano y largo plazo, evaluando cada semestre cómo uno va creciendo. Hay mucho de docencia en este rol, te toca educar a chicos de 12-13 años y enseñarles cosas que les van a servir para toda la vida, no solo para jugar al fútbol, es importante la paciencia y tener claro a donde uno quiere llegar, después es trabajo diario, esforzarse para darles a los jugadores las mejores herramientas para que crezcan en la parte deportiva y cognitiva; y puedan desarrollarse en la sociedad, es el rol que intentamos cumplir. Somos muy exigentes con la educación y la escuela, hicimos convenios con universidades para que los chicos también puedan estudiar y tengan alternativas.

"Quiero agradecer a la familia porque a la distancia no es fácil, pero siempre están presentes. Agradecerle a toda la gente de Santiago porque es un lugar donde me siento muy cómodo, me tocó vivir dos años y medio y este es mi tercer año; el apoyo de la gente, de la familia y de la dirigencia son los pilares fundamentales para que uno se sienta feliz y seguir trabajando en esta profesión", concluyó Sebastián Scolari.

Para Scolari, conducir a Central Córdoba fue un "camino intenso" que hizo foco en lo emocional