Que sí, que no, que tal vez, que nunca más... Si Boca sorprende bastante seguido desde lo mediático, el enésimo capítulo de Juan Román Riquelme, también. ¿Qué sucedió? Después de ver la segunda derrota ante River, en el verano, el N° 10 llamó a Carlos Bianchi y le dijo: "Estoy recaliente. Me gustaría volver. Carlos, lo veo sufrir. Si cree que puedo volver para dar una mano, aquí estoy, y si hay que sufrir, suframos juntos. Quiero estar al lado suyo para pelearla". Apenas hoy se cumple un mes de su última aparición pública, cuando se presentó en el predio Pedro Pompilio, el día del arranque del tercer ciclo del Virrey en la entidad de la Ribera, y dijo: "Yo tengo palabra; a Boca no vuelvo". ¿Qué cambió? Según su representante, Daniel Bolotnicoff, la circunstancia. 

Anoche, Bolotnicoff comentó en Fox Sports Radio Del Plata: "Cambió la circunstancia. Por eso Riquelme cambió de parecer. Román llamó a Bianchi y le dijo que si Boca lo necesita, él está a disposición. Lo llamé a César Martucci (secretario general) y le comenté la situación. Me dijo que lo van a charlar y que me va a llamar cuando tenga una novedad (Angelici, el presidente, está en Qatar). Pero soy optimista porque esto se soluciona con una firma y un papel. No hay pedidos para modificar el contrato vigente (que está suspendido). Si Bianchi y Boca quieren, Román está a disposición". 

No es un detalle menor cuando Bolotnicoff aclara: "No hay pedidos para modificar el contrato vigente". Es que esta misma situación pudo haberse dado a fines de diciembre de 2012, cuando el Virrey pidió por su regreso y los dirigentes, con Angelici a la cabeza, le habían dado el visto bueno. Traducción: le abrían la puerta a un futbolista que se había marchado solo. 

Pero hubo dos situaciones (dos pedidos de Riquelme) por las cuales no se concretó finalmente el regreso: 1) La extensión del contrato hasta fines de 2015, fecha en que termina el mandato de Angelici y el vínculo firmado por Bianchi. 2) La actualización de la cotización del dólar en el contrato vigente del jugador. 

Los dirigentes se negaron a esta situación porque Román todavía tenía un contrato prolongado (vence en junio de 2014) y porque un retoque en el dólar podía generar un desequilibrio en las finanzas con respecto al resto de los contratos del plantel. Lo que le ofrecieron fue un plus por productividad. 

Riquelme se enojó, sintió que los dirigentes no le daban los gustos que él pedía y se sostuvo con el "no", haciéndoles creer a los hinchas que nunca negoció para volver y que la negativa se debía a que sostenía su palabra. Pero Bolotnicoff, su representante, sí negoció por él. 

Riquelme nunca se sintió cómodo con Julio César Falcioni, con quien tuvo varios cortocircuitos. Todo estalló antes de la segunda final de la Copa Libertadores con Corinthians, en Brasil. Le molestó que los dirigentes tomaran partido por el entrenador y no por él. Y ése fue su último partido como profesional, el 4 de julio pasado. 

En los últimos siete meses, Riquelme sólo tuvo dos ofertas concretas del exterior. Una, de Cruzeiro, por intermedio de Juan Pablo Sorin, pero al final los avales que iban a sostener económicamente la operación se cayeron. La otra, de Palmeiras, pero hubo cambio de mandos en la dirigencia brasileña y el pase tampoco se hizo. Y en el fútbol argentino siempre lo tentó Sergio Massa para que se pusiera la camiseta de Tigre y jugara la Copa Libertadores con el Matador. Sin ir más lejos, el intendente y hombre fuerte del club de Victoria dijo ayer en Radio 10: "Les estamos pidiendo a las empresas más importantes de la zona norte que nos ayuden. Vamos a tratar de convencerlo a Román para que se sume a Tigre". Si un club argentino pretendía al N° 10 debía pagarle a Boca US$ 2.100.000. 

Seguro que Riquelme le puede aportar cosas positivas a Boca desde lo futbolístico, aunque habrá que ver cómo influirá en él la inactividad de siete meses. De todas formas, no hay que olvidarse de que Bianchi siempre lo elogió: "Cada día respeto más a Riquelme. Lógicamente a mí me hubiera gustado contar con él. ¿Quién no quiere tener a Riquelme en su equipo? Es uno de los mejores, o el mejor jugador que actúa en el fútbol argentino, pero respeto la decisión que tomó. Seguro tiene ganas de jugar en Boca, pero quedó preso de una frase", dijo el Virrey hace un mes, cuando Román comunicó su negativa en persona. 

Hubo otra situación: muchos hinchas de Boca se habían molestado con la actitud de Riquelme tras su última negativa y el coqueteo con otros clubes argentinos. Las encuestas le daban en baja en ese sentido, ya que los simpatizantes veían que tenía el contexto ideal para volver (ya sin Falcioni, con el okey de Angelici y la llegada de Bianchi), pero así y todo ponía condiciones. 

Ahora estaría todo dado para su regreso. Bianchi nunca dejó de quererlo y la comisión directiva no le pondrá trabas si sólo hay que reactivar el contrato actual suspendido, aunque un dirigente comentó anoche: "Si todo es tan lineal, no creo que haya problemas. Pero hay que esperar. No sea cosa que Riquelme se aparezca otra vez con alguna sorpresita...".