Es mentira que no existe una relación entre el fútbol y el tejido si se los analiza a ambos como una expresión artística. Con Lionel Messi es casi imposible conservar la hilación.

“La Pulga” teje fútbol y genera el aura de un elegido. Teje para Argentina y su producto termina siendo una sábana gigante para tapar todos los males del juego nacional e integrar a las 60 mil personas que vibraron en el Kempes con su magia.

Teje para sus compañeros y para que nazca el “olé, olé, olé, Messi, Messi...”. Una sensación única que guardará por siempre el rosarino y todos los que vivieron una jornada histórica en Córdoba, y quienes así pudieron atestiguarlo. Como ante Costa Rica en la Copa América, el año pasado.

Apenas terminó el partido, Messi levantó los brazos, y cuando todo el Kempes quiso estar con él, el capitán dijo: “Hicimos un partidazo. Dejar los tres puntos acá era realmente importante”. 

Ahí la gente comenzó a cantar nuevamente a favor del crack del Barcelona. Y él también tejió.

“Estoy muy feliz. Córdoba me hace sentir muy feliz. Ya me lo demostró en la Copa América y ahora, por eliminatorias, por los puntos. La verdad, estoy muy agradecido”, dijo. 

Y hubo que esperar casi media ahora después del partido hasta que el rosarino asomó su figura por la zona mixta. Llegar hasta él fue un caos porque una marea de 400 periodistas lo rodeó.

Pero él fue generoso. “La prioridad es que el equipo ganó. Estamos arriba en las eliminatorias y estamos haciendo las cosas bien. Me sentí bien en la posición que me permitió flotar y aprovechar el juego del equipo”, explicó “Leo”.

La pregunta más reiterada fue sobre su gol de tiro libre y el “10” recordó: “La agarré bien y la pelota entró como yo esperaba. Necesitábamos seguir por la buena senda de los triunfos (es el tercero al hilo por eliminatorias)”.

El 2-1 era importante, pero flotaba en el ambiente una sensación de disconformidad. Y no era porque Paraguay se arrimara. Era porquela gente quería el gol de Messi. Y cuando llegó, el estadio explotó. Y “Leo” también se refirió a eso, después de que los palos neutralizaran dos intentos suyos.

–¿Y el tiro libre?

–También fue importante. Entró, gracias a Dios. Le pegué y por suerte fue gol. El 3 a 1 nos terminó de dar la tranquilidad que necesitábamos. Fue un buen triunfo ante un rival duro.

–¿Qué significa para vos haber convertido en seis partidos consecutivos en la selección?

–Es lo de menos. Convertir siempre es importante para cualquiera.Pero más lo es cuando el equipo logra ganar. Paraguay nos complicó con el empate parcial, pero al final pudimos lograr la tranquilidad suficiente para alcanzar la victoria. En el primer tiempo arrancamos bárbaro. Nos vino bien el gol de Di María porque siempre es mejor comenzar ganando ante un rival que sabíamos que no nos iba a atacar. Igualmente el equipo respondió. El objetivo era dejar los puntos en casa y se cumplió. Me siento feliz por la victoria. Espero seguir rindiéndole al equipo. Como todos.

Messi se fue feliz. Por el triunfo, por la selección. Tejió un triunfazo. Y en Córdoba.

Fuente: La Voz del Interior /Hugo García