El seleccionado argentino de fútbol femenino empató este lunes sin goles ante Japón, en su debut en el Mundial de Francia 2019, y logró así su primer punto en la historia de estos torneos.

El estreno del equipo dirigido por Carlos Borrello, en el estadio Parque de los Príncipes de París, fue positivo porque enfrentó a un seleccionado competitivo, número siete en el ranking FIFA, que finalizó segundo en el 2015 y se consagró campeón en el 2011.

Argentina, en su vuelta a la cita mundialista después de 12 años, fue ordenada tácticamente, consciente de sus limitaciones. Se plantó en campo con un 4-5-1, en colaboración estrecha de todas las líneas para defender y recuperar la pelota.

El bicampeón asiático dominó el encuentro de principio a fin, pero sin ideas ante el bloqueo inteligente de las argentinas.

Estefanía Banini resultó la jugadora más clara del seleccionado argentino. Su capacidad para parar el balón, gambetear y jugar la potenciaron como la carta ofensiva más importante.

Banini, actual volante de Levante de España, no encontró sociedad posible, mientras la goleadora Soledad Jaimes luchaba en soledad contra la defensa nipona y apeló al ingenio para poner en aprietos a sus rivales.

Banini, Jaimes y Florencia Bonsegundo también aportaron su entrega en la defensa. Las tres ayudaron a la última línea y por éso el arco contrario le quedó tan lejos a la Argentina.

Las mejores situaciones, lógicamente, fueron para Japón. En los primeros minutos del segundo tiempo acorralaron a las argentinas, pero no fueron claras en los metros finales.

La arquero Vanina Correa se lució con el remate de Yokohama (5m) y en el rebote Sugasawa definió de manera imperfecta. Cinco minutos después, Hasegawa tuvo la apertura del marcador, en soledad, de cara al arco, pero su disparo salió desviado.

La única llegada de la Argentina se produjo a los 27 minutos con la acción de Bonsegundo, pero su disparo débil terminó en las manos de Yamashita.

Las chicas de Argentina lograron un valioso empate frente a Japón