Este sábado 14 de septiembre se llevará a cabo una charla dictada por el ex jugador de fútbol profesional Kurt Lutman. Organizada por la Municipalidad de San Francisco y el Círculo de Periodistas Deportivos, tendrá lugar en el en el Centro Regional de Estudios Superiores (CRES) a las 19.

Previo al encuentro, Lutman dialogó con El Periódico quien se explayó sobre los ejes a desarrollarse, el lanzamiento de su último libro y la realidad que se vive con el deporte en Santa Fe.

¿En qué va a consistir tu presentación?

El título de la charla es “El fútbol y el arte como herramienta de inclusión social” y la idea es conversar un poco sobre esos ejes y ver qué tan abierto a todos están. Yo siento que hay una mirada que bloquea y cierra la posibilidad de que un montón de pibes y pibas accedan a jugar, porque se están evaluando desde salir a ganar. Entonces, en ese tránsito a los más chiquitos que quieran aprender a jugar se los espera como si tendrían que llegar sabiendo, porque hay que ganar sí o sí. Entonces se los evalúa, se hacen pruebas de jugadores, pruebas de niños, donde quedan fuera un montón. Cuando en realidad es un deporte, sea fútbol, sea vóley, o cualquiera en un marco de competencia, es excluyente cuando en realidad debería ser un derecho.

¿Vas a presentar tu último libro?

Sí, voy a presentar un libro que desarrolla dentro también algunas crónicas con esos ejes, que se llama “Vientos que juegan con fuegos”, en plural, y tiene 39 textos que desarrollan la paternidad, el amor, el arte, los miedos, la lucha y algunas cuestiones más. Ahí entrevisto a varios artistas también, formato de crónica donde en el medio aparecen artistas. Por ejemplo Flavio Oliver, que es un cantante de ópera muy reconocido y en donde él deja ver su mirada sobre el arte, sobre el canto en este caso y en donde en realidad es una mirada tremendamente inclusiva, siendo uno de los mejores cantantes del mundo. La idea es esa, poder picotear y jugar, y discutir algunos conceptos que siento que están rígidos. Porque, por ejemplo, hasta el día de hoy consideramos que una mujer hermosa es alguien que se acerca al prototipo de mujer que sería Pampita, porque sentimos que hay un estilo y paradigma de belleza y quien quede por fuera esa fea. Ahí también hay una mirada excluyente, la belleza. Donde deja afuera a casi todas las pibas y en donde no solamente es dejarlas afuera, sino que le estás generando enfermedades, que tratan de estar a la altura de un cuerpo que es casi ficticio.

¿Desde cuándo planeás este libro?

Este es mi tercer libro. El primero fue “El agua y el pez” en 2015, el segundo se llamó “Semillas para barriletes” que fue en 2017 y este que salió en 2019 es mi tercer libro. Y escribo desde hace 10 años aproximadamente. ¿Y por qué? ¿Por qué yo sería más escritor, que saqué tres libros, que alguien que está escribiendo? Eso que yo hago es considerado literatura porque ya saqué tres libros y porque alguien que escribe en Facebook, en alguna red social o incluso escribe para adentro, no está considerado escritor. Eso es lo que vamos a tratar de poner en discusión, esas verdades. Porque hay una mirada que deja afuera a un montón de gente, quien creo esa mirada y porque nosotros adherimos a esa mirada si es exclusiva.

¿Cómo va a ser la charla?

Va a durar una hora y media aproximadamente, es abierta a todo público. Los organizadores la van a presentar en el CRES de la ciudad, con entrada libre y gratuita para todo público. Lo ideal sería que vayan pibes y pibas de 13 años en adelante, porque vamos a desarrollar algunos conceptos culturales, sobre belleza y el deporte que capaz que alguien más chico se pierde. Más allá que no creo que se aburran, pero lo ideal es poder empezar a discutir con adolescentes que están en crisis con esos conceptos. Que quedaron afuera de un lugar, o les dicen que juegan mal, o que se sienten feos.

¿Qué te llevó a escribir sobre la inclusión o exclusión?

Es una buena pregunta, nunca me la hice. Se ve que es un concepto que siempre me llamó la atención, yo también trabajé en la Colonia Psiquiátrica dando un taller de juegos, que es una colonia muy importante de acá de Santa Fe, y ahí me di cuenta que el juego como herramienta tiene una tendencia muy grande para que una persona vuelva a sentirse respetada y vuelva a sentirse valiosa. Todos en algún momento jugamos a algo, de chicos jugábamos mucho más. Y entonces volver a ese registro, volver a jugar y volver a sentirse importante en un equipo, no por si gana solamente, sino por el hecho de estar en un equipo y pertenecer a un equipo. Eso siento que me llevo el investigar el juego con toda su potencia.

Con los niños, ¿consideras que hoy es más importante ganar que jugar?

Lo que se está viviendo acá en Rosario, lo que es primera infancia niños de 5 a 12 años, hay una búsqueda de competencia y casi de carrera deportiva, porque después de que pasó el caso Messi, que desde muy chiquitito forjó una carrera y se fue a Europa, siento que hay una imitación por parte de un montón de papás y mamás, en la búsqueda de esa carrera deportiva. En una edad en la que en realidad uno recién está empezando a jugar y a dimensionar el juego. Acá se está dando una competencia gravísima. Te doy un ejemplo, lo que está pasando en este contexto de país es que un montón de pibes la están pasando mal en los barrios, familias enteras. Esos niños se quieren acercar a un club para poder estar contenidos y en realidad se los evalúa, en pruebas de futbolistas, y de la gran mayoría solo van a quedar cinco o seis dentro del equipo, porque lo que se está buscando es una forma de juego que tenga que ver con la efectividad y con ganar los partidos. Entonces te dejan afuera a un montón de pibes que están queriendo hacer esa experiencia y a la vez necesitan contención. Eso que el club, en su momento, era un espacio de contención donde estaban todos los pibes adentro, ahora es un espacio de selección. Eso es lo que se vive en Santa Fe. Yo voy a ir con esta realidad, la que se vive acá y la pondremos en discusión y fricción con la que se vive allá en Córdoba.