Boca Juniors le puso una buena cantidad de pimienta a la Superliga Argentina de Fútbol. En La Bombonera, ante un Atlético Tucumán que llegó con el foco puesto en su participación en la Copa Libertadores, el Xeneize ganó 2-0 y alcanzó en la cima de la tabla a River, que mañana visita a Unión de Santa Fe.

Estuvo lejos de lucir el equipo de Miguel Ángel Russo, y no le sobró nada, pero justificó su victoria en lo realizado en el primer tiempo, cuando logró ponerse en ventaja a través de Franco Soldano.

En el complemento el juego se niveló, pero el Decano nunca estuvo cerca de alcanzar el empate porque el arco de Marcos Díaz le quedó demasiado lejos, incluso cuando en el tramo final empujó hacia el arco local, con más ímpetu que fútbol.

Ramón Wanchope Ábila, en tiempo adicionado, liquidó el juego para el equipo local con la ejecución de un penal.

El compromiso y la solidaridad fueron las principales virtudes que mostró Boca en la primera mitad. Sólo le faltó eficacia para marcharse al descanso con una distancia mayor a un gol.

Fue superior el Xeneize al conjunto tucumano, que presentó en sus filas algunos futbolistas que habitualmente no son titulares, con vistas a la revancha del miércoles ante The Strongest por la Copa Libertadores, donde debe levantar un 2-0 en contra para seguir en carrera.

Consiguió mayor profundidad Boca en una primera mitad interesante, y vulneró con inteligencia la defensa tucumana. Le faltó la última puntada, pero igual aprobó, pese a que mostró algunas debilidades defensivas.

En el primero de los tres duelos que Eduardo Salvio perdió en el arco contrario (dos contra Cristian Lucchetti y uno contra Fabián Monzón, que salvó en la línea), Franco Soldano capturó el rebote y mandó la pelota al fondo de un arco vacío para adelantar a Boca.

El gol del ex delantero de Unión le dio equipo de la ribera tres puntos fundamentales en la pelea por la Superliga, porque logró alcanzar a River en la cima de la tabla, con 36 puntos, aunque el millonario tendrá la posibilidad mañana de recuperar la distancia de tres puntos.

Atlético Tucumán mostró poco, en un tramo de no más de cinco minutos en el capítulo inicial.

La más clara del conjunto que conduce Ricardo Zielinski fue un cabezazo de Leonardo Heredia, en una acción confusa a la salida de un tiro libre, que se fue por encima del travesaño cuando se cumplía la primera media hora de juego.

Boca defendió la ventaja llevando la pelota bien lejos de su arco, y generalmente la hizo circular en campo contrario. A Atlético Tucumán le costó recuperar y las pocas ocasiones que tuvo la posesión, con Boca replegado, no encontró profundidad.

El local selló un triunfo por demás valioso a los 50, con un penal que, según la consideración de Mauro Vigliano, Luchetti le convirtió a Ábila y que el propio Wanchope cambió por gol.

La victoria no hace más que ratificar al Xeneize como el principal oponente de River en la lucha por el título. Las últimas fechas de la Superliga, al menos hasta aquí, prometen una pelea superclásica.