El triunfo ante All Boys trajo aire en un clima que se respiraba muy turbio. Y es que si bien ganar apaciguó las aguas a la crisis deportiva e institucional, todavía es muy pronto para hablar de remontada y habrá que ver si el equipo puede revertir la situación con resultados, que es como otros temas pasan a segundo plano. ¿Se recuperará el equipo o solo fue tapar el sol con las manos? Eso es lo que se juega Sportivo en Mendoza.

Por ahora, las expresiones de Juan Pablo Francia parecen haber quedado en el olvido (disculpa mediante). En lo futbolístico se mejoró un poco, principalmente en el primer tiempo del último partido, pero esta sigue siendo unas de las peores rachas de los últimos 5 años.

Las viejas y renovadas rencillas en el seno del a comisión directiva se apaciguaron, pero seguro saldrán a flote nuevamente si los resultados no acompñan.

Cuestión de mando

A estos  dirigentes los avala la cantidad de obras realizadas y los logros deportivos. Y el principal responsable ha sido su presidente. ¿En ese marco, debe ser Boetto el fusible de una interna? ¿Su continuidad tiene que ver con un desgaste natural en la gestión o por no encontrar “respaldos” en el club?

Párrafo aparte merece el hincha de Sportivo, que se bancó más de dos meses sin cantar victoria, y que apoyó al plantel en cada oportunidad cuando en cualquier otro lugar del país hubieran incendiado el estadio por mucho menos.

Paso a paso

La cosa está así, en lo deportivo hubo reacción y por el momento quedó en el olvido la discusión institucional.

Mendoza es un paso más. Y ojalá sea para adelante.